River cayó ante Vélez

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El equipo del Gringo Heinze le dio el protagonismo a su rival, lo esperó y cuando encontró la puerta del gol, la abrió y marcó. Así se impuso por 2 a 1. Los de Gallardo contaron con chances de marcar, pero otra vez carecieron de efectividad.

River Plate chocó anoche con la inconmensurable figura del arquero mendocino Lucas Hoyos y, como le sucedió ante Tallares, de Córdoba (0-1), cayó nuevamente en el estadio Monumental en esta séptima fecha de la Superliga, ante Vélez Sársfield, por 2 a 1, en un encuentro que tuvo como dominador al local y como ganador al visitante.
Vélez planteó un partido de presión constante, con diez jugadores corriendo a partir de la media cancha, dejándole a River la salida cómoda hasta superar los tres cuartos.
De esta manera, con una línea de cinco flexible para no resignar posibilidades de atacar, pero bien resguardado defensivamente, Vélez trató de no sufrir el partido y tratar de salir de contra, algo impensado para este equipo de Heinze que siempre dio la impresión de no saber jugar a otra cosa que al ataque.
Así, sobre los 38 minutos sacó más Franco Armani hacia la media cancha, recuperó Vélez y Nicolás Domínguez definió con clase ante el achique del guardavallas riverplatense.
Con esa ventaja se fue Vélez al vestuario, para prepararse por lo que se suponía un segundo tiempo con River asumiendo el protagonismo absoluto del desarrollo, algo que efectivamente sucedió y que al cuarto de hora dio sus frutos con el empate de Ignacio Fernández.
Con la igualdad la tromba riverplatense fue aún mayor y Vélez apostaba a la resistencia y a algún otro error de los locales, manteniéndose a puras voladas del arquero Lucas Hoyos, la gran figura de la noche de Núñez.
Pero justamente en sus manos y en el ingreso del diminuto, veloz y hábil Tiagho Almada estuvo la clave de la victoria velezana.
Es que se equivocó “Nacho” Fernández al querer gambetear en una zona peligrosa de la mitad de la cancha, con todos sus compañeros saliendo, y como había sucedido con Domínguez en el primer tanto, el “chiquitín” de 18 años, salió disparado, amagó, y Armani le cometió penal. Y el jovencito lo transformó en gol.
Otra vez como en el primer tanto este gol llegó a los 38 minutos, pero con los seis de descuento que iba a dar el árbitro Andrés Merlos, de pésima tarea, iba a quedar mucho tiempo para que los locales aspiraran a lograr el empate.
Y esa conjunción de minutos y errores del árbitro se corporizó a los 43 minutos, cuando Merlos cobró una mano inexistente de Nicolás Domínguez dentro de su propia área, expulsando además al autor del primer tanto de los de Liniers, y Fernández tuvo la oportunidad desde los 12 pasos de enmendar el error cometido en el segundo tanto visitante convirtiendo el empate que lo transformaría en el goleador del encuentro.
Pero nada de esto sucedió y “Nacho” Fernández se terminó convirtiendo en el “culpable” de la derrota de su equipo, ya que si bien ejecutó de buena manera la pena máxima, mucho mejor la desvió Hoyos lanzándose hacia la izquierda para impactar el balón con mano cambiada.
Si algo le faltaba a Hoyos era eso para redondear una actuación de “10 puntos” que lo transformó en el auténtico héroe de Núñez, poniendo justicia a un error grosero de Merlos.