River Plate le ganó este miércoles por 1 a 0 a Godoy Cruz, el equipo mendocino que llegó casi como un partenaire a este encuentro ante el nivel que expresa el conjunto millonario y, pese a la exigua diferencia en el marcador, nunca estuvo cerca de igualar este cotejo que catapultó al vencedor a los cuartos de final de Copa Argentina.
En la cancha de Lanús, River empezó a todo ritmo, como de costumbre, manejando la pelota con su habitual velocidad asfixiante para los marcadores, recuperando rápido cuando llegaba la pérdida, y generando peligro en derredor del arco defendido por Andrés Mehring.
La única deuda de los de Núñez era para con la red adversaria, a la que no podían visitar, un poco por el arquero rival, otro tanto por impericia propia, y muchas veces por la denodada defensa de la última línea mendocina.
Y cuando Gallardo empezaba a desesperarse en el banco de suplentes por esa ineficacia goleadora de su equipo, el azar le dio una mano tras un centro desde la derecha de Ignacio Fernández, catalogado por Juan Román Riquelme el martes como el mejor futbolista argentino de la actualidad.
El zurdazo de Nacho pegó primero en la cabeza de Tomás Cardona, luego en la del catamarqueño Joaquín Varela, y finalmente llegó al fondo del arco descolocando a Mehring.
“Dos cabezazos en el área son gol”, reza un viejo adaggio futbolero. Lo que no especifica es si cuando lo hacen los defensores también suele suceder lo mismo en el arco propio.
Pero circunstancias como esa al margen, lo de River siempre fue como para corroborar que en el fútbol argentino está un escalón por encima de todos los que compiten con él, incluyendo al propio Boca Juniors con el que dirimirá desde el 1 de octubre la semifinal de la Copa Libertadores.
River se hizo acreedor del cheque de 1.550.000 pesos que otorga la clasificación de octavos a cuartos de final, instancia en la que enfrentará al vencedor de la serie entre Talleres, de Córdoba, que hoy eliminó a Banfield por tiros penales, y Almagro, que dejó en el camino nada menos que a Boca Juniors.
Hinchas detenidos
Medio centenar de hinchas de River Plate fueron detenidos este miércoles por la tarde, en las inmediaciones del estadio de Lanús, antes del partido del primer equipo millonario ante Godoy Cruz por octavos de final de la Copa Argentina, por portación de armas blancas y de fuego, además de realizar amenazas a la dirigencia de su propio club a través de pasacalles.
Los 50 barrabravas tenían en su mayoría derecho de admisión y fueron detenidos por la policía en colaboración con Aprevide, informaron fuentes de seguridad.
Entre los elementos secuestrados hubo armas de fuego, armas blancas y alcohol. En principio, los detenidos serían de la facción de Budge de la barra riverplatense. Pero también en las inmediaciones de la cancha de Lanús aparecieron dos pasacalles con mensajes amenazantes contra la dirigencia.
Uno de esos carteles apuntaba a los altos precios de las entradas para el superclásico por Copa Libertadores del 1 de octubre en el Monumental y otro hacía referencia a la prohibición de la barra a ingresar al estadio en los últimos meses.