El Millo abrió su serie de cuartos de final, en Núñez, superando al elenco paraguayo. Bien parado para la revancha y con superclásico en puerta.
El vigente campeón de la Copa Libertadores, River Plate, superó anoche a Cerro Porteño, de Paraguay, por 2 a 0 como local, en la ida de cuartos de final, resultado que deja con altísimas probabilidades la disputa de un nuevo superclásico con Boca en la instancia siguiente.
River dio ayer un gran paso rumbo a las semifinales del certamen en el que se coronó un año atrás, y lo hizo ganándole con solidez en el Monumental a Cerro Porteño por 2-0.
El conjunto de Marcelo Gallardo mostró un gran inicio, aunque antes que nada encontró luz en el marcador a instancias del polémico VAR. Al minuto, Joaquín Larrivey y Nicolás de la Cruz fueron por la pelota en el área con el pie del argentino en alto y el árbitro Víctor Carrillo vio contacto en la repetición. Así, a los siete, Ignacio Fernández adelantó al local.
Lo que siguió fue un claro dominio millonario, incluso con varias aproximaciones de peligro. Si bien bajó la intensidad cerca del complemento, en el inicio del segundo segmento el anfitrión se reactivó y debieron anularle un buen gol, también con el VAR, por una mano de Matías Suárez.
Pero, a los 16, un penal claro terminó por desencadenar lo tan anunciado. Juan Pablo Carrizo le cometió falta a Exequiel Palacios y Rafael Santos Borré no falló con un disparo a la derecha del arquero.
La reacción del equipo de Miguel Russo nunca llegó y el Millonario se encaminó a una victoria que hasta podría haber ampliado. Así, podrá encarar con tranquilidad la revancha del próximo jueves en Asunción. Y empezar a mirar aún con más interés a Boca y Liga de Quito.