Boca sacó pecho ante Paranaense: volvió a ganar, esta vez 2-0, fue superior en los 180 minutos y mostró personalidad para este tipo de duelos. Ahora en cuartos va con Liga de Quito. ¿Y con River en semi?
Esto es Copa. Así, con autoridad, con dientes apretados, con personalidad y con actitud protagónica se juegan estos partidos de Libertadores. Boca eliminó merecidamente a Athletico Paranaense. El 3-0 global en la serie hasta tuvo gusto a poco en virtud de la superioridad que exhibió el equipo dirigido por Gustavo Alfaro. En la Bombonera completó la faena iniciada en Brasil. Por momentos, acelerado, hasta nervioso. Y también con una carencia de un circuito de juego en donde descansar y sostenerse ante tanto vértigo. Así y todo, sin tanto volumen y sin mostrar excesiva solidez defensiva, generó varias chances de gol y evitó que Paranaense amagara con convertirse en una pesadilla. Con justicia ya está en los cuartos de final de la esquiva Libertadores. Lo espera ahora Liga de Quito. ¿Y River en la semifinal?
Paso a paso. Primero lo primero. Boca debía cerrar la serie en la Bombonera y acumuló méritos para hacerlo. En el primer tiempo contó con tres chances claras de gol. Nández lo tuvo en un mano a mano increíble, Capaldo se lo perdió con un cabezazo que un rival salvó sobre la línea tras un rebote y Wanchope también pudo abrir el marcador. Un cabezazo de Mac Allister sobre el final también podría incluirse en el combo. ¿Enfrente? poco y nada. Algunos revolcones de Andrada, como en un tiro libre de Nikao que se fue desviado y poco más. Por momentos, Paranaense parecía que iba a armar mucho lío pero su juego se diluía en tres cuartos de cancha.
En el segundo tiempo, Boca salió a cerrarlo para no sufrir. Y el gol llegó de la manera menos pensada. O no. Pelotazo largo desde el arco de parte de Andrada, la pelota que pica, ningún jugador de Paranaense rechaza, buen control de Wanchope y zapatazo para batir a Santos y llevar tranquilidad al Mundo Boca.
El 1-0 desnudó las falencias del equipo brasileño para poder generar ocasiones de riesgo. Boca hizo ajustes, no bajó la intensidad y en la última del partido, Salvio debutó en la red con la azul y oro para el desahogo final. Esto es Boca. Esto es Copa.