Luego de la igualdad en cero en la revancha de octavos en Brasil, los penales definieron la serie. El arquero fue figura ante el Cruzeiro.
River se clasificó para los cuartos de final de la Copa Libertadores con la victoria 4-2 en los penales como visitante frente a Cruzeiro. Después del empate sin goles en la ida, y con idéntico resultado en el Mineirão, el Millonario se hizo fuerte en la definición y avanzó de fase.
El equipo de Marcelo Gallardo tomó la iniciativa desde el arranque del encuentro y, al igual que en el Monumental, fue el claro dominador de las acciones. Los brasileños decidieron volver a esperar bien atrás e intentar aprovechar los espacios para salir rápido de contra y lastimar al rival.
La parte final del primer tiempo fue mucho más parejo, aunque el equipo de Gallardo siempre se mostró con mayor solidez. Se pudo haber ido arriba a los vestuarios con otra chance del delantero colombiano y también sufrió un poco con un rechazo fallido de Armani tras un córner que rebotó en Léo y salió cerca.
En el complemento, que tuvo el ingreso de Exequiel Palacios por Leonardo Ponzio desde el inicio, no hubo tantas emociones. Tan solo una de Carrascal que se fue muy alta y un gran pase del ingresado a Matías Suárez, quien había reemplazado Pratto, para una definición incómoda ante Fábio.
El dueño de casa avisó con un centro de Luis Orejuela que descolgó el arquero, un cabezazo desviado de Léo y un zurdazo de Thiago Neves que salió cerca. Después, una de Dedé que remató sin dirección cuando se caía y nada más hasta el pitazo del chileno Roberto Tobar para definir por penales.
Las atajadas de Armani a Henrique y David le permitieron a River imponerse en la definición, que terminó con la conquista de Borré. El equipo de Gallardo ahora espera por el vencedor del duelo entre San Lorenzo y Cerro Porteño de Paraguay que juega hoy.