Con un gol de Lautaro al comienzo y otro de Agüero cerca del final, Argentina venció a Qatar, terminó segunda en el grupo y avanzó a los cuartos de la Copa donde lo espera Venezuela.
Ese derechazo abajo, cruzado e implacable de Sergio Agüero fue un desahogo, permitió ahuyentar cualquier fantasma y colocó definitivamente a la Argentina en los cuartos de final de la Copa América, con Venezuela en el horizonte. Es el objetivo de mínima, sin dudas, aunque emerge como un oasis en medio de lo que pudo ser una tempestad.
El triunfo de la Selección nunca estuvo en riesgo. Qatar insistió en regalar un gol y Lautaro Martínez aprovechó a los tres minutos. La cuestión fueron algunos pasajes del primer tiempo, cuando los asiáticos movieron la pelota a lo ancho para ser profundos y ahí faltó recuperación y dos offsides finos evitaron algún susto mayor. Además, puntuales pérdidas no tan oportunas que urgen ajustarse.
Argentina tuvo calma, paciencia y mayor cantidad y calidad de pase en la parte final. En ese sentido, fue importante la calidad de Paredes y el desparpajo de De Paul. Y también la actividad de Messi: sin estar fino, el 10 entró mucho en juego y se movió por todo el frente de ataque.
Un ataque que recuperó el pulso con un Agüero, salvando las distancias del oponente, en modo Manchester City. El gol, el del 2-0, fue un merecido premio para el Kun, el que le cambió la opinión a Scaloni a fuerza justamente de goles en Inglaterra. Fue valioso, por otro lado, el ingreso de Dybala, sus primeros minutos en el torneo…
Estos ocho días, desde el debut con Colombia hasta acá, se transformaron en un suplicio, uno más alrededor del seleccionado. Habrá que ver hasta qué punto sirve este triunfo para generar confianza, pensar en positivo (como pidió el entrenador el día antes) y enderezar el rumbo.