El Matador superó al deslucido conjunto de Gustavo Alfaro por 2-0, en la final disputada en el estadio “Mario Kempes” de Córdoba. Federico González y Lucas Janson marcaron los goles del equipo de Gorosito, que jugará la Libertadores 2020.
Tigre se consagró anoche campeón de la primera edición de la Copa de la Superliga al derrotar a Boca Juniors, 2 a 0, en un encuentro disputado en el estadio “Mario Alberto Kempes” de Córdoba, ante más de 53.000 espectadores.
Los tantos del ganador, que obtuvo su primer título de la historia en primera división y logró la clasificación directamente para la fase de grupos de la Copa Libertadores 2020, fueron anotados en el período inicial por Federico González a los 24 minutos y Lucas Janson, a los 31, de tiro penal.
El conjunto dirigido por Gustavo Alfaro desperdició al menos 10 chances claras para convertir en un partido en el que el goleador Darío Benedetto fue quien de más situaciones dispuso, pero estuvo desacertado. Además fue clave el error del arquero Esteban Andrada, quien no pudo contener un disparo de González en el primer gol.
Rápidamente en el Mario Kempes el Xeneize tomó la iniciativa con la conducción de Carlos Tévez, quien, a los cuatro minutos, habilitó con un pase profundo a Sebastián Villa, pero cerró Néstor Moiraghi antes de que el colombiano pudiera definir.
Los de Victoria, que hace poco más de un mes descendieron a la B Nacional, querían coronar un muy buen semestre y en la noche cordobesa apostaban a trasladar rápido, y así consiguieron un par de tiros de esquina, pero sin poder ganar en el área.
En una salida veloz, llegó la primera clara para el conjunto de Alfaro, cuando Mauro Zárate habilitó a Benedetto, a los 15 minutos, pero el delantero estrelló su remate en el palo y poco más tarde tuvo otra chance Villa, pero respondió muy bien el arquero Gonzalo Marinelli.
La apertura del marcador llegó de una jugada que parecía intrascendente por la franja derecha del ataque, cuando González enganchó, se acomodó sin marca y remató de zurda al arco desde una posición muy incómoda ante un Andrada que tuvo una floja respuesta y la pelota se le escapó por debajo de su cuerpo y no pudo evitar la caída de su arco.
Con el resultado a favor, el Matador de Victoria se resguardaba bien en el fondo y apostaba a la contra para ampliar la diferencia. Y en una de esas salidas rápidas es que Tigre se encontró con un penal cuando Izquierdoz bajó a Janson en el área y fue el propio delantero formado justamente en Boca quien disparó abajo, con potencia, para volver a vencer a Andrada y poner 2 a 0 a su equipo apenas pasada la media hora de juego.
Sin puntería, Boca empezó a buscar juego desde el medio para llegar con más gente al área. Pero los de Néstor Gorosito estaban muy sólidos en la última línea, con muy buenas actuaciones de los centrales Moiraghi y Gerardo Alcoba, que contaban además con la gran tarea del mediocampista Sebastián Prediger en la contención de los volantes ofensivos rivales.
En el segundo tiempo, Boca no encontraba los caminos y a los 15 minutos Alfaro mandó a la cancha a Ramón Wanchope Ábila para generar más poder de gol, y desde momento el juego se trasladó definitivamente a campo de Tigre, aunque el ex-Huracán e Instituto de Córdoba, no gravitó demasiado.
Los minutos finales fueron un monólogo de Boca, pero Tigre, bien cerrado en su campo, logró contener los embates de su rival para quedarse con un gran triunfo que festejó con los más de 17.000 hinchas que llegaron desde Victoria y hasta tuvieron tiempo para ovacionar en los instantes finales al reaparecido máximo referente futbolístico de este presente, Walter Montillo.