Un sólido triunfo 100-89 consiguió anoche el equipo del parque Mitre, que salvo un pequeño bache en el segundo cuarto, siempre se mostró dominador ante San Martín. Quinteros fue goleador local con 27 puntos; en el “rojinegro”, el panameño Hicks hizo 23. Continúa este lunes.
Con destellos de alto vuelo, Regatas pudo tomarse revancha de San Martín y le ganó anoche 100-89 para equilibrar en un triunfo por bando la serie de octavos de final de la Liga Nacional de Básquetbol.
El goleador del segundo clásico correntino de esta postemporada fue Paolo Quinteros, quien terminó con 27 puntos, adosando a su planilla 6 recuperos, 5 asistencias y 3 rebotes. El escolta entrerriano estuvo bien secundado por Fabián Ramírez Barrios, autor de 23 más 7 recobres y 3 pases-gol.
Por el lado de San Martín, que tuvo extenuados a algunos jugadores vitales como Faggiano o Roberts -por caso-, lo mejor pasó por las manos del panameño Michael Hicks, responsable de 23 tantos. Por su parte, Ricky Harris aportó 18 viniendo desde la banca.
La eliminatoria seguirá el lunes en el “fortín rojinegro”, en el que San Martín intentará hacer valer la localía, tras revertir la tendencia con el éxito del miércoles (95-90 en suplementario).
Al igual que en el capítulo I, Regatas salió decidido a asumir el protagonismo del clásico y apostó por los triples como principal opción para lastimar. Y lo hizo con los aciertos de Steinarsson, Ramírez Barrios e incluso Gallizzi. A eso se agregó un pasaje productivo de Quinteros (siete), lo cual permitió al equipo del parque Mitre escapar 21-9. La reacción de San Martín se dio en menos de dos minutos para concluir el primer cuarto. El que sacó pecho para reacomodar al “rojinegro” en el tanteador fue Ricky Harris, quien se despachó con 3/3 triples y dejó las cosas por diferencia mínima: 21-20.
En el segundo período, daba la sensación que San Martín capitalizaría el envión porque el panameño Hicks siguió siendo efectivo en sus incursiones al aro y así la visita tomó ventaja de seis (23-29). El tiempo muerto que pidió por entonces Lucas Victoriano, DT regatense, generó otra actitud en el dueño de casa, que presionó con mayor agresividad al ocasional portador del balón -fue tremendo el trabajo del islandés Steinarsson sobre Faggiano- e incomodó el armado rival. Una vez que se volvió a estabilizar en defensa, el ataque de Regatas fluyó con más seguridad y eficacia. Y volvieron a aparecer los triples, con Ramírez Barrios (dos “bombazos”), Steinarsson, Smith y Quinteros, quien incluso recibió falta y convirtió también el bonus. De repente, el anfitrión concretó una racha de 27-8 y la máxima de la etapa fue 50-37, yendo al descanso largo 52-41.
El desafío para Regatas era sostener el nivel de juego que lo llevó a gozar de tal ventaja. Fue muy interesante entonces la conducción de Steinarsson para darle prolijidad a las ofensivas y Gallizzi fue preponderante en la pintura, junto con ráfagas de Ramírez Barrios y pinceladas de Quinteros, se amplió la brecha (75-59). San Martín apenas contestó con un pasaje fructífero de Eslava, para dejar la historia 76-63.
El equipo del parque Mitre se mantuvo intenso en la marca y aprovechó el desgaste que realizó el “rojinegro” en el juego anterior, por lo que le propuso mayor fricción para que haga mella en lo físico. Con un poco mayor rotación, Regatas no bajó la guardia y por el contrario, se distanció todavía más (la máxima fue de 83-63 restando ocho minutos). Una jugada que terminó con el pase extra de Quinteros para que remate Saiz fue un fiel reflejo de la lucidez regatense ante un rival que parecía no tener reacción. Sin embargo, San Martín tuvo su chance de poner en aprietos al dueño de casa con racha de 10-0 castigando seguido con Wood en el poste bajo, aún cuando Regatas por momentos apeló a una zona. Sin embargo, San Martín quedó inmerso en cierto nerviosismo con los fallos arbitrales y esto opacó el crecimiento basquetbolístico. Esta vez, Regatas no dejaría pasar su chance de rematar el juego y con Quinteros como bandera y Smith de ladero, lo consiguió.