Vélez y Boca quedaron a mano en la ida en Liniers

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El partido de ida de los cuartos de final despertaba otras expectativas, pero finalmente no hubo grandes emociones. Mauro Zárate fue insultado y cumplió una irregular actuación. El anfitrión estuvo más cerca de llegar al gol, pero Estaban Andrada respondió bien.

Vélez Sarsfield no pudo pasar del empate sin goles ante un Boca Juniors que llegó cansado a Liniers tras el trabajoso triunfo del jueves contra Atlético Paranaense por Copa Libertadores, y, más allá del morbo en torno a la presencia del muy denostado Mauro Zárate en el “José Amalfitani”, vistiendo la camiseta auriazul, ahora todo se definirá en la Bombonera, donde a priori los xeneizes aparecen con más y mejores chances de superar esta serie de cuartos de final de la Copa de la Superliga.
Zárate, que despertaba más atracción en la previa casi que el propio partido, fue insultado por la hinchada velezana desde que se entonaron los himnos al comienzo del partido hasta que salió de la cancha después de jugar los 90 minutos de manera irregular. 
Y tal vez eso fue lo más llamativo de la noche de Liniers, porque en lo futbolístico el partido dejó atrás las expectativas y si bien el que estuvo más cerca de la victoria fue Vélez, el encuentro se desarrolló dentro de un nivel muy flojo de ambos equipos.
Claro que para que Vélez no jugara, la responsabilidad fue del planteo defensivo dispuesto por Gustavo Alfaro, muy al estilo del técnico que trabajó toda su carrera.
La pared lineal conformada por Iván Marcone, Nicolás Capaldo y Nahitan Nández fue difícil de escalar para los volantes locales en el primer tiempo, mientras que la defensa xeneize también se mostró muy sólida durante esos 45 minutos iniciales.
E inclusive durante la media hora inicial del segundo período las alternativas no variaron demasiado, convirtiendo al desarrollo en las casi tres cuartas partes de su contenido en un negocio bastante redondo para Boca, considerando que el próximo miércoles en la Bombonera, desde las 21.10, debería contar con mejores opciones como para pasar de ronda.
Claro que para eso Boca deberá cambiar diametralmente el formato con el que encarará ese encuentro, porque tendrá que atacar para llegar al arco de Lucas Hoyos, que hoy prácticamente no conoció.
El que sí terminó conociendo la valla rival fue Vélez, pero recién en el cuarto de hora final del partido, cuando los xeneizes sucumbieron ante la presión de los velezanos, que impelidos por la necesidad de salir gananciosos en la ida como locales, se lanzaron masivamente sobre el campo de un Boca, que parecía haber sentido el desgaste de entre semana por Copa Libertadores ante Atlético Paranaense.
Y en esos 15 minutos finales los dirigidos por Gabriel Heinze generaron cuatro situaciones claras como para llevarse el triunfo que, por apretado margen, hubiesen merecido.
Sin embargo, por tres veces Esteban Andrada impidió que llegara el tanto local con magníficas atajadas y el travesaño también le impidió el grito a Nicolás Domínguez.
Ese tramo del partido fue lo más emotivo de la noche de Liniers, dejando de lado el público local por un momento la obsesión por castigar a Zárate desde los denuestos para empujar a los suyos, a los que veían muy cerca del triunfo.

Un cero en La Paternal y se definirá en La Plata 

Argentinos Juniors y Gimnasia y Esgrima La Plata igualaron ayer sin goles en un encuentro correspondiente a la ida de los cuartos de final de la Copa de la Superliga.
El partido se desarrolló en el estadio “Diego Armando Maradona”, con arbitraje de Néstor Pitana.
Los dos equipos finalizaron con 10 jugadores, ya que ambos conjuntos sufrieron expulsiones de defensores, aunque la más polémica fue la de Carlos Quintana, de Argentinos, que recibió la segunda tarjeta amarilla por una mano que aparentemente, y según evidenciaron las imágenes televisivas, nunca llegó a ser tal, sino que pegó en el pecho del exzaguero de Lanús y Talleres de Córdoba.
Lo de Facundo Oreja fue mucho más claro, ya que cometió dos faltas que, aunque innecesarias, se concretaron con cierta dosis de espectacularidad porque el ex-Ferro Carril Oeste repitió su costumbre de ir reiteradamente al piso lejos de su área.
La revancha se jugará el próximo jueves en el Bosque platense y el vencedor de esta llave se enfrentará al ganador del cruce entre Boca Juniors y Vélez Sarsfield.
Pero más allá de qué equipo resulte eliminado, ya en esta Copa de la Superliga a ambos conjuntos les quedará la buena noticia de haber encontrado a dos entrenadores eficientes: Diego Dabove, en Argentinos Juniors y Hernán Indio Ortiz, en el Lobo.