Entre la Libertadores y la Supercopa ante Central, Boca debuta en la Copa Superliga frente a Godoy Cruz en el Malvinas. Con suplentes y juveniles, busca seguir en la buena…
En la tierra del sol y del buen vino, Boca va por un triunfo que, en medio de la gira, le permita seguir de copa en copa. El miércoles se trajo un empate valioso de Colombia que lo clasificó virtualmente a los octavos de final de la Libertadores (para no pasar debería perder por varios goles ante Paranaense en la Bombonera y que Tolima golee a Wilstermann en Cochabamba). Y ahora, justo en la previa a la Supercopa ante Central, buscará una victoria ante Godoy Cruz en su estreno en la Copa Superliga que lo deje tranquilo de cara a la vuelta en casa.
El calendario no le sonríe demasiado a Boca. Sólo durante abril habrá afrontado seis encuentros y mayo será, entre tantas competencias, otro mes de súper acción. Y de partidos importantes. Lo sabe Alfaro, claro, que para el duelo de esta noche ante al Tomba, otro de los equipos argentinos que se mantienen con vida en la Libertadores,tiene decidido poner un equipo con enorme mayoría de suplentes y juveniles, con la cabeza puesta en lo que se viene. De los cuatro mediocampistas, por ejemplo, tres serán de las Inferiores. Y ni siquiera Andrada, clave para sostener el empate en Ibagué pese a su error en el segundo gol de los colombianos, será arriesgado desde el arranque.
Ya clasificado a la Libertadores del 2020 por su tercer lugar en el torneo local, la Copa Superliga tiene para el Xeneize el encanto de poder alcanzar un nuevo título habiendo invirtiendo realmente poco: ocho partidos (cuatro series de ida y vuelta) lo separan de la estrella N°68 de su historia contando campeonatos y todas las copas, sean nacionales o internacionales.
Pero más allá de eso, este partido le servirá a Lechuga para seguir viendo en cancha a algunos futbolistas que vienen sumando pocos minutos y hoy tendrán la oportunidad de demostrar que pueden estar a la altura. Así y todo, y como bien dijo Bernardi en la semana, Boca “no tiene suplentes” sino “jugadores que juegan menos que otros”. En ataque, por caso, estarían nada menos que Pavón y Wanchope Ábila, el futbolista más caro del plantel y el segundo máximo artillero del conjunto de Alfaro en 2019. El primero, Zárate, también viajó ayer por la tarde a Mendoza, pero lo más probable es que vaya al banco teniendo en cuenta la lesión de Carlitos y la proximidad de la final con Central (el jueves).
Ahí mismo, en el Malvinas, donde se presentará hoy y también el jueves ante el Canalla, a Boca no le fue del todo bien en los últimos tiempos: ganó uno de los últimos cuatro partidos (vs. Brown de Madryn por la Copa Argentina) y en la última vez cayó con River en la Supercopa 2018. Sin embargo, frente al Tomba viene de racha: hace ocho años que no cae ante los mendocinos.
La última vez fue en aquel recordado debut de Falcioni en la Bombonera, con derrota por 4-1 para los dirigidos por el Polillita Da Silva, en febrero del 2011. Luego de ese traspié, hubo otros 11 enfrentamientos y Boca ganó ocho.
Bancado por un numeroso grupo de hinchas que le dieron la bienvenida a la ciudad, sumados a otros 15.000 fanáticos que dirán presente esta noche en el mundialista, Boca tendrá la misión de traerse un buen resultado de Mendoza y, dentro de lo posible, marcar goles fuera de casa para quedar bien parado de cara al desquite, el 5 de mayo a las 20 en el Templo.
Hoy habrá fiesta en el Malvinas, con el inicio de otra Copa. A no marearse.