Un clásico “grande” en una instancia “chica”

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El clásico de barrio más grande del mundo sale a la cancha en la Copa Superliga. El Ciclón y el Globo se juegan mucho más que el honor en este encuentro de ida.

Sale a la cancha el orgullo, la tranquilidad laboral de la semana siguiente, la chance de zafar de la chicana en el café y de enrostrarle el triunfo al cerrajero de la esquina. Un clásico siempre dura mucho más que 90 minutos y no 180 porque haya que jugar la vuelta. Las calles de Boedo y Parque Patricios comenzaron a vivir el derby no bien terminó la Superliga que dictaminó el cruce copero y seguramente los coletazos de la alegría y la tristeza puedan llegar a durar varias semanas… Es que incluso, por el presente de ambos equipos, esta serie San Lorenzo – Huracán puede ser determinante en varios aspectos. El Ciclón pone demasiado en juego, quizá más de lo que puede ganar. El oxígeno que consiguió las últimas semanas gracias al buen andar en la Libertadores puede contaminarse con un humo negrísimo y espeso si llega a caer ante el eterno rival. Mohamed, por su parte, viene caminando por la cornisa desde hace rato. El equipo no superó la partida de Alfaro a Boca, no consigue levantar cabeza y la continuidad del Turco está cada vez más discutida. No hace falta ser adivino para suponer que la eliminación puede convertirse en el final, pero si llega a ganar…

Esta de la Copa Superliga no será la primera vez que Cuervos y Quemeros se crucen en una competencia nacional en duelos eliminatorios y el historial está parejo. La primera fue por la Copa de Honor, en 1918, que terminó con el Globo festejando un triunfo por 2-0. Luego, en la década del 40 hubo varios cruces, Huracán ganó en la Escobar en 1942 (1-0) y en la Competencia Británica dos años más tarde, en un verdadero partidazo que terminó 4-3; mientras que San Lorenzo salió triunfante en la Pedro Ramírez 43 (ida 2-2 y vuelta 2-1) y en la Competencia George VI del 46 (2-0). Además, también se quedó con el último duelo a todo o nada, en 1993, por la Copa Centenario, cuando le ganó el primer encuentro 2-0 y empataron 0-0 en el segundo.

También hubo un par de cruces en la Copa Beccar Varela del 32 y del 33, pero no de eliminación. El primero fue triunfo cuervo por 2-1 y el segundo empate 2-2. En total disputaron 10 encuentros por copas nacionales, CASLA ganó cuatro, el Globo tres y no se sacaron diferencias en otros tres.

Esta tarde, en el Bidegain, estará otra vez el barrio en juego, el honor del pueblo azulgrana y del quemero, las cargadas, las disputas familiares entre primos en la mesa del almuerzo dominguero. Esta tarde se jugará el clásico de barrio más grande del mundo y habrá que esperar hasta la otra semana para saber a quién le toca el cielo y a quién el infierno.