River rescató un empate ante Inter tras estar dos goles abajo: descontó Pratto de penal y De la Cruz, que entró en el segundo tiempo, metió un tiro libre bárbaro. Ojo, el Millo está tercero en su grupo y las próximas dos fechas serán clave.
Es cierto que River debía en Porto Alegre sumar su primera victoria en esta Libertadores. Sigue ganar en la Copa, claro. Pero con una mirada optimista, consiguió un buen empate tras estar 0-2 en el marcador. En otro momento hubiera sufrido uno de esos golpazos que lo traumaron durante años en este certamen. Pero apelando una vez más al espíritu competitivo que le imprime el DT Marcelo Gallardo, el Millo igualó 2-2 ante Inter por la tercera fecha del grupo A.
El elenco del Muñeco nunca especula. Siempre va al ataque. Y tomó la iniciativa en los primeros minutos ante un Inter que recién llegó al área rival a los 18 minutos: D’Alessandro se escapó por la derecha,tiró la boba y tras un prime despeje de la defensa, la pelota le dio en la rodilla al uruguayo López y clavó el 1-0. Eficacia pura del local.
Sorprendido el visitante. Sintió el golpe. Se emparejó el pleito y River empezó a mostrar fragilidades defensivas. Y a los 32 minutos, Martínez Quarta salió lejos, quedó pagando y Edenilson, mano a mano con Lux, estampó el segundo de la noche. El mismo jugador fue protagonista luego por una falta -inexistente- a Zuculini (antes le habían cometido un penal, pero no fue cobrado) que derivó en el tiro libre de Ferreira y la mano tonta del brasileño. Ahora sí, el árbitro uruguayo cobró penal y Pratto lo canjeó por gol para darle vida al campeón de América.
Para el segundo tiempo, Gallardo metió mano: sacó a Martínez Quarta y a Ferreira, de flojitos 45 minutos. Zuculini pasó a formar parte de la defensa -con línea de tres junto a Pinola y Montiel- y Pérez como único volante central. Inter se retraso y, de a poco, River empezó a empujar. De una pelota quieta, como ante Alianza Lima en Perú, De la Cruz encontró el 2-2. Un golazo para el uruguayo, que quiere devolver en cancha la confianza que le brinda el entrenador.
Pudo haberlo ganado River en los minutos finales, a pesar del cansancio y el insoportable calor en Porto Alegre. Quedó la duda sobre un supuesto penal a Mayada. Es verdad que no logró quedarse con los tres puntos en tierras brasileñas y ahora está tercero en el grupo A, pero viendo el vaso lleno, el punto termina siendo positivo por cómo había comenzado el encuentro para el actual campeón de América. Ahora, las siguientes dos fechas ante Alianza Lima de local (próximo jueves) y Palestino serán determinantes para los octavos de final.