Un estudio del Instituto de Estudios de Consumo Masivo Calvete anticipó que “la situación se agravará aún más en los próximos cinco meses por cuestiones naturales de estacionalidad”
Durante los próximos meses se va a profundizar el desabastecimiento de leche en almacenes y supermercados por cuestiones de estacionalidad, de acuerdo a un estudio realizado por el Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM), desde donde consideraron que la propia industria y el gobierno nacional deberían aplicar “políticas de emergencia de forma urgente”.
“A la situación que venía atravesando el sector en los últimos años (particularmente en el último semestre, tras una abrupta caída de la producción que se acentuó a fines del 2018), se agrega una disminución del 10% en la producción derivada de cuestiones climáticas (sequías e inundaciones)”, puntualizó el informe de la entidad cuyo director es Miguel Calvete.
El sondeo, realizado en los últimos días entre las industrias y cámaras que agrupan al sector productivo, tuvo en cuenta que “tres de las seis empresas más importantes del país no producen leche en sachet y que se ha dado un incremento en la exportación del producto en polvo del 37%, respecto al mismo período de 2018”.
Calvete anticipó que “la situación se agravará aún más en los próximos cinco meses, dado que entre abril y agosto las vacas producen un 30% menos de leche por cuestiones naturales de estacionalidad”, por lo que apuntó: “Industria y Gobierno deberían aplicar de manera urgente políticas de emergencia para morigerar los daños”.
“Hay que tener en cuenta que el conflicto grave lleva ya varios meses, siendo que el 30 noviembre de 2018 la empresa Sancor dejó de producir leche en sachet, lo cual significaba entre 700 mil y 1 millón de litros diarios que no fueron sustituidos por otras marcas, lo cual en los últimos días se agravó aún más con el cierre de Industrias Lácteas Buenos Aires (ILBA – Verónica)”, argumentó el especialista.
Sobre el sector industrial, consideró que “debería destinar de 200 a 300 mil litros de leche que se utilizan para la fabricación de quesos y derivados a la producción de leche líquida en sachet para segundas marcas, lo cual aplacaría ostensiblemente el desabastecimiento interno y provocaría una baja de precios”.
A su vez, señaló que “el gobierno nacional tendría que abocarse inmediatamente a la creación de estímulos impositivos para la coyuntura que atraviesa el sector, así como incentivar la producción de leche fluida en sachet económica y diseñar beneficios para las empresas de distribución”.