Precisó de dos suplementarios para doblegar anoche a Quilmes, por 87-80 en Mar del Plata (habían igualado en 71 y 76). De esa forma, cosechó su cuarta victoria en fila y se arrima al podio de la competencia. Gallizzi, surgido en el “cervecero”, fue figura con 19 puntos.
Un trabajoso pero no por ello menos festejado triunfo obtuvo anoche Regatas Corrientes, que en su visita a Quilmes de Mar del Plata, lo superó por 87-80. Después de afrontar dos tiempos suplementarios, el equipo del parque Mitre pudo hilvanar su cuarta victoria consecutiva en la Liga Nacional de Básquetbol para arremeter nuevamente sobre los puestos de vanguardia.
El partido fue parejo durante gran parte del desarrollo, aunque Quilmes tuvo su ráfaga positiva durante el segundo cuarto, cuando llegó a sacar doce de luz (37-25) amparado en los puntos del tándem Maciel-Ortiz.
Sin embargo, Regatas jugó un gran tercer cuarto, de la mano de un desequilibrante Gallizzi, alcanzando una racha de 23-7 entre el marcador que era favorable a Quilmes por 42-34 al que correspondía luego a la visita 49-57.
De todos modos, aún con altibajos y largas lagunas ofensivas, el “cervecero” se las ingenió para entrar a los dos minutos finales arriba 71-67.
Pérdida luego del tiempo muerto pedido por Victoriano. Sin embargo, Arengo recuperó en la jugada siguiente y Saiz terminó rematando en el poste bajo para quedar a dos (71-69) a falta de 1:20. Entonces pidió minuto Bianchelli pero su equipo no pudo ejecutar con contundencia y el que sí convirtió doble y además recibió falta fue Quinteros. No obstante, el escolta entrerriano falló el “bonus”. Pero Vassirani también erró en el último ataque de Quilmes y en la contra, Ramírez Barrios probó primero y el rebote no alcanzó a capitalizarlo Giordano, quedando también corto su tiro. Entonces, fueron al primer suplementario.
Cuando restaban 1:45 de esa prórroga, Bianchelli pidió tiempo muerto porque Regatas había “secado” a su equipo, que quedó estancado en 71 y tampoco consiguió segundas chances de ataque porque la visita se fortaleció en el tablero propio. De repente, un parcial de 5-0 le brindó al equipo del parque Mitre un importante “oxígeno” en el score. Al regreso, el triple de Ortiz le devolvió las expectativas al “cervecero”, que igualó en 76 con dos libres del mismo Ortiz a falta de 20”1. Entonces fue Quinteros el que no pudo destrabar la paridad y se dio el segundo tiempo extra.
Fue recién entonces cuando Regatas entendió que no podía dejar escapar otra chance. Volvió a mostrarse sólido en defensa ante un Quilmes que dependió en exclusividad del lanzamiento perimetral, sin encontrar eficacia. De hecho, estuvo más de cuatro minutos sin anotar. Por contrapartida, el equipo del parque Mitre estuvo más lúcido en ese cierre y con Giordano como “guía”, pudo hacerse de la victoria para esperar con el ánimo por las nubes el cierre de la gira mañana ante Peñarol, otro rival que asoma con necesidades.