Duro golpe en el regreso de Messi a la Selección

0
552

Venezuela le ganó 3 a 1 en el Wanda Metropolitano de Madrid, un estadio que no le sienta bien a la Argentina. Ahí había perdido 6t a 1 ante España antes del Mundial de Rusia.

El tiempo de espera para ver jugar a Messi fue de 265 días, y el tiempo para desilusionarse con la actuación de la selección Argentina ante Venezuela en el Wanda Metropolitano fue de 90 minutos y un poco más, el tiempo que duró el encuentro que tuvo a la Vinotinto como junto ganador, más allá de que el astro argentino cumpliera dentro de la cancha, pero sólo no puede y si el técnico Scaloni no sabe rodearlo mucho menos..

 Tras la recordada decepción ante Francia en los octavos de final del Mundial que se desarrolló en Rusia, Lionel Messi volvió a la Selección con la misión de recuperar la ilusión albiceleste de cara a la Copa América que organizará Brasil entre el 14 de junio y el 14 de julio. Pero no pudo ser, y en esta oportunidad, más allá de la noche negra de algunos jugadores, el joven técnico de la selección nacional demostró que está lejos del nivel deseado para conducir los destinos de un equipo dos veces campeón del mundo.

Con una apariencia física similar a la que tuvo en 2014, cuando llevó al equipo de Alejandro Sabella a la final en el Maracaná, el astro del Barcelona se llevó todas las miradas desde el momento en el que los protagonistas salieron al campo de juego. Muchos percibieron que la Pulga volvió a imponer su rostro concentrado sin entonar las estrofas del himno nacional.
La teórica línea de 5 de la que se habló en la previa fue una clara idea ofensiva de Scaloni, dado que los laterales pasaron constantemente al ataque para que la salida limpia desde el fondo sea establecida por Gabriel Mercado, Juan Foyth y Lisandro Martínez.Sin embargo, un preciso envío de Roberto Rosales entre los centrales argentinos le permitió a Salomón Rondón festejar el sorpresivo 1 a 0 ante la estática reacción de Franco Armani. La distracción defensiva del ex Estudiantes y el ineficiente intento de despeje de Mercado fueron elementos que contribuyeron en la conquista del experimentado delantero.
El pésimo retroceso de los hombres que conformaban la última línea obligó al técnico a cambiar su idea en apenas 12 minutos. Lo que comenzó con un 3-4-2-1 pasó a un 4-1-4-1 para que Lisandro Martínez se convierta en el tradicional lateral izquierdo y Nicolás Tagliafico se ubique como carrilero por la misma banda.

El solitario sacrificio de Lautaro Martínez fue el único argumento criollo para llegar al empate. El delantero del Inter se las ingenió para crear sus propias ocasiones, aunque la más clara le la tuvo pasada la media hora cuando Messi desparramó a la defensa venezolana y le brindó un centro preciso a su cabeza. El ex Racing anticipó, ganó y resolvió, pero la notable respuesta de Fariñez evitó el gol.

Lo llamativo fue que en el mismo instante en el que la Argentina expuso sus razones para lograr la igualdad, Venezuela tuvo la oportunidad para ampliar la diferencia. Una nueva desconcentración de los defensores dejó mano a mano a Darwis Machís ante Franco Armani, quien desactivó el peligro con su pierna derecha.

Un remate de Messi al ángulo desviado por el arquero y otro centro del genio del blaugrana al ex Racing volvieron a cargar de expectativa al Wanda Metropolitano, pero en la última acción de la primera etapa una obra de Jhon Murillo sentenció el 2 a 0 para que el descanso se invada de interrogantes.

 La producción de la Selección fue tan mala que Scaloni reemplazó a Mercado, Lisandro Martínez y al Pity Martínez por Walter Kannemann, Domingo Blanco y Matías Suárez. El cambio nombres fue un desesperado manotazo de ahogado de un entrenador con pocas convicciones y limitada visión.

La triangulación que improvisaron Messi, Lo Celso y Lautaro Martínez fue la mejor sociedad albiceleste, ya que la creación de la Pulga, la asistencia de la figura del Betis y la resolución del goleador bahiense completaron el tanto que volvió a poner a la Argentina en el partido.

Otra falla que llegó desde el banco liquidó el pleito, dado que la salida de Lautaro Martínez por Darío Benedetto debilitó a la ofensiva nacional. Incluso el Pipa entregó una mala descarga en ataque que concluyó con el tercer gol venezolano. Como el combinado criollo quedó mal parado, Foyth interrumpió una acción de riesgo con una discutida infracción que el español José Sánchez sancionó con el penal. Desde los 12 pasos Josef Martínez saltó hacia el histórico triunfo de la Vinotinto.

El 3 a 1 liquidó el pleito. Los festejos que se escucharon desde las tribunas, acompañados con los gritos de óleeeee, cuando los venezolanos tocaban y tocaban para que el tiempo llegue a los 90, fue una muestra del presente que atraviesa la Argentina. En tiempos de crisis, el regreso de Messi no fue suficiente. La Selección deberá reaccionar inmediatamente si desea ser uno de los animadores principales en el próximo torneo continental.