En un partido que tuvo mucho “condimento” y en el cual el protagonismo de los árbitros por momentos pareció opacar lo realizado por los jugadores, Boca Juniors derrotó 92-85 a Regatas Corrientes, que sufrió su segundo revés consecutivo por primera vez en lo que va de la temporada de la presente Liga Nacional de Básquetbol.
El desenlace del juego dio la sensación se desvirtuó a partir de algunos fallos arbitrales que hicieron enardecer a todo el equipo del parque Mitre, que sufrió las descalificaciones de su entrenador Lucas Victoriano y también del capitán Paolo Quinteros, ofuscados por la disparidad de criterios a la hora de impartir justicia Alejandro Chiti, Roberto Smith y Nicolás D’Anna.
No obstante, Regatas tuvo pasajes en los que hizo prevalecer su mejor rendimiento colectivo. De hecho, comenzó firme y madrugó a Boca con su dinámica y puntería desde la medialuna. Allí castigó con triples de Treise, Quinteros, Ramírez Barrios y Smith para escapar 15-4 en el amanecer del match disputado en La Bombonerita. Pero aflojó la intensidad en los últimos cuatro minutos del primer cuarto y el “xeneize”, de la mano del talentoso cubano Jasiel Rivero, quien anotó 14 de los 24 puntos de su equipo en el parcial, se llevó el “chico” precisamente 24-21.
Recuperó de a ratos Regatas su mejor versión. Con Giordano como guía y el buen acompañamiento que habitualmente resulta Saiz para el base rosarino, el visitante pudo pisar fuerte en el segundo período y una racha de 25-12 le permitió irse al entretiempo en ventaja: 36-46.
Boca aprovechó luego cierta permisividad de los árbitros y jugó al límite del reglamento con su defensa. Esto le quitó paciencia a Regatas en la ejecución y los tiros abiertos ya no entraron con el mismo caudal que antes. Para colmo, en el “xeneize” se notó el crecimiento individual del ex NBA Allan Ray y también se “destapó” en ofensiva Matías Sandes. Entonces, Boca arrimó y planteó un partido “palo y palo”, llegando el equipo del parque Mitre al cierre del tercer segmento con exigua diferencia a favor: 58-61.
Igualmente, a poco de empezar a transcurrir el último cuarto, un triple de Arengo dejó las cosas con renta de ocho (58-66) para los correntinos. Pero fue cuando Boca se puso más duro que nunca en defensa, amparado por el trío arbitral. Adelante, respondió el tándem Ray-Rivero y un indicio de lo “sacado” que estaba Regatas con los jueces se dio a 2:41 del final, cuando el DT Lucas Victoriano recibió la segunda técnica tras reclamar una falta sobre Smith no sancionada (el alero estadounidense terminó con la casaca rota). Al rato, Quinteros, quien había tenido un fuerte cruce con Boccia, también fue descalificado por Chiti. Y dicen que “a río revuelto, ganancia de pescadores”, por lo que Konsztadt aprovechó para castigar con un par de triples y sentenciar la historia a favor de Boca, que volvió a respirar aliviado tras dos caídas consecutivas frente a Obras y en su visita a Estudiantes de Concordia.
Por el lado de Regatas, rápido tendrá que “limpiar la cabeza” porque mañana será visitante del puntero San Lorenzo, que viene de perder el invicto en su paso por Bahía Blanca.
