El mundo rendido a los pies de Gallardo. El “Millonario” y el “Xeneize” jugaron un alargue para el infarto. River fue muy superior y le ganó a su eterno rival por 3 a 1 en un partidazo histórico.
La Superfinal de Copa Libertadores entre River y Boca en el Bernabéu fue a pura emoción.
River le ganó a su eterno rival en partido vibrante por 3 a 1 y se consagró Campeón de la Copa Libertadores por cuarta vez. Tras los 90 minutos iniciales, jugaron un alargue para el infarto.
En un principio, con un agónico gol de Darío Benedetto, Boca se imponía por 1 a 0 tras un preciso pase profundo del uruguayo Nahitan Nández, “Pipa” Benedetto dejó en el camino con un amague a Jonatan Maidana, enfrentó al arquero Franco Armani y puso la pelota contra un palo.
Los primeros 45 minutos fueron friccionados, pero dentro de ese trámite el conjunto boquense contó con dos ocasiones en los pies de Pablo Pérez, ambas a la salida de una pelota parada, mientras que River manejó la pelota, aunque sin llegar con real peligro al arco adversario. Pero a los 22 minutos del segundo tiempo, River puso las cosas en su lugar y empató merecidamente con gol de Lucas Pratto para el 1 a 1 momentáneo.
En el alargue Quintero metió un bombazo que puso un 2 a 1 infartante para acariciar la copa.
Y había más: sobre el epílogo, “Pity” Martínez dejó a Boca en el drama total al clavar el 3 a 1 final.
River llegó a la gloria luego del escándalo con el que Boca y la Conmebol lo dejaron sin la localía del partido más importante de su historia. No hubo forma de parar el talento y la jerarquía del equipo Millonario.
