Antonio Meccia fue apartado del Tribunal de Disciplina y tenía la presión de los clubes brasileños para favorecer a Boca.
El fallo que definirá el futuro del River vs. Boca en esta Copa Libertadores va tomando cada vez más repercusión política que futbolística. Una lucha de intereses por parte de la Conmebol, el Xeneize y sus aliados parece ser ahora el eje de la cuestión que tendrá una definición en el escritorio y que parte del enfrentamiento de la Confederación Sudamericana de Fútbol y Daniel Angelici.
El club de La Ribera recibió un nuevo revés por parte de la entidad que dirige Alejandro Domínguez. El primero fue la confirmación del partido con fecha a definir entre el 8 y el 9 de diciembre. El segundo fue la exclusión de Antonio Meccia, un brasileño que estaba a favor de la descalificación de River.
La decisión del Tribunal de Disciplina quedará en manos del paraguayo Eduardo Gross Brown, el chileno Cristóbal Valdés y la venezolana Amarilis Belisario, los otros dos integrantes de órgano.
Los tres participaron del fallo de Gremio-River y rechazaron el pedido del equipo de Porto Alegre, para pasar a la final en lugar de River, además de la sanción a Marcelo Gallardo por ingresar al vestuario cuando lo tenía prohibido.
En medio de este escándalo juega la política. Es que en 2016, cuando el ex presidente de la Conmebol Juan Ángel Napout, encarcelado por el FIFA Gate, Angelici intentó desestabilizar a Domínguez mediante la creación de La Liga Sudamericana y contaba con el apoyo de los clubes brasileños, que reclamaban mejores pagos por parte de la Confederación Sudamericana de Fútbol y afirmaban que los pagos que percibían en concepto de televisión eran mejores dentro de la Copa de Brasil.
En aquel entonces también se habló de un pacto que, según Rodolfo D’Onofrio, Boca estaba rompiendo. De acuerdo al presidente de River, ni el Millonario ni el Xeneize podían tener la presidencia del organismo y por ello la institución de Núñez fue la única que votó en contra de Angelici para dirigir el nuevo organismo.
El fallo del Tribunal de Disciplina se publicará este miércoles a las 11 de la mañana, pero podría retrasarse por una ampliación que hizo Boca en su denuncia original. Sin embargo, a pesar que habría sanciones para River, se espera que solo sean económicas y que la final finalmente se juegue entre el 8 y el 9 de diciembre.
Doha, Miami, Asunción y Medellín aparecen como las alternativas para jugarlo, aunque ninguno de los dos clubes está dispuesto a salir del país.