La música correntina fue la melodía que despidió a Juan Carlos Jensen en su pueblo natal, Mburucuyá.
Cerca del mediodía de ayer, los restos del recitador fueron trasladados desde su domicilio (donde lo velaron) hasta el cementerio local.
Varias figuras chamameceras le dieron el último adiós.
“Se va un amigo. Todavía no dejo de sorprenderme. No podemos creer”, expresó Cacho Espíndola, uno de los reconocidos músicos que estuvieron en la despedida a Jensen.
“Compartimos escenarios, viajes, festivales. Es la ley de la vida, y mientras sigamos en el mundo nunca se va a ir del todo”.
“Desde que Juan Carlos comenzó lo hizo con todas las fuerzas, y estaba en su esplendor, haciendo lo que sabía: diciendo de una manera muy particular todo lo que escribía”.
“Con sus versos decía qué era el paisaje, cómo era la flor.. un montón de cosas”, agregó.
Bruno Mendoza, bandeoneonista de Jensen, recordó que “su aporte será trascendental, porque lo que él contaba nos toca a todos. Nos dejó muchas cosas”.
“Ya grabamos ocho temas, y él debía recitar en ellos… no se pudo”, comentó.
“Nosotros no éramos un conjunto aparte. Lo acompañábamos a él. No sé lo que será ahora del grupo”, se sinceró.
