La directora del hospital San Pedro de Perugorría relató desde “Equipo de Noticias” de LT7 Corrientes cómo recibió a la paciente y sus dudas y sospechas en torno al caso: siete días de sangrado y ninguna consulta médica por embarazo.
“Al subir a la ambulancia, su hijito la despidió con un beso en la frente. Eso fue terrible”, comentó compungida la médica.
Paola Rodríguez, directora del hospital San Pedro de Perugorría atendió a la mujer de 27 años, madre de dos hijos de 6 y 10 años, que murió en el centro de salud de Goya tras un aborto. En comunicación con Equipo de Noticias, relató el terrible suceso.
Conmocionada, la médica relató que “no la estoy pasando bien, esto se pudo haber evitado si esta chica aparecía antes. Siento un gran dolor como médica y como mujer”.
“La recibí muy mal. El martes ingresa en un estado horrible, muy mal, descompensada, pude hablarle un poco y me dijo que hacía siete días que estaba sangrando en su casa”, destacó la médica.
La víctima se acercó recién a los siete días al hospital. “Le pregunto que pasó, me dijo que aparentemente estaba embarazada, que había expulsado algo, pero como se sentía bien, no vino al hospital, tampoco hay registros de controles de embarazo que hacemos”.
“No pude interrogarla, la compensamos, buscamos actuar con rapidez y derivarla a un centro de mayor complejidad en Goya”, y agregó que “cuando llegó me manifestó que hacía siete días que tenía un sangrado y la amiga le dijo que haga reposo. Eso a mi me hace ruido, porque uno piensa, tres o cuatro días sin consulta, quizás se puede entender, pero siete días… Si ella se acercaba antes, podíamos hacer algo”.
“Me llamó la atención que llegó por sus propios medios, con su pareja, en un auto, no pidió una ambulancia. Apenas daba dos pasos se cansaba, estaba blanca como un papel, ni siquiera su lengua tenía color, de la anemia que tenía”, comentó la doctora.
Acerca de quien le acompañaba, la doctora Rodriguez indicó que con su pareja y se negaba a ir en la ambulancia, “le insistió y hasta obligó y subió y la acompañó. Me resulta raro que siendo madre de dos hijos nunca haya ido al hospital estando embarazada. No era una mamá primeriza”.
“El hombre no emitía palabra, noté que estaba asustado. Inclusive me dijo que ella le pidió que la traiga al hospital porque no sabia si era tarde o noche, como perdió la noción del tiempo, ahí se asusta ella y pide que la acerquen al hospital”, prosiguió.
“Lo más triste es que vivía a 3 o 4 cuadras del hospital, no la tenía muy registrada, no se hacía controles y no la reconocía. Me parece extraño que nadie nos comentara en un pueblo donde casi nos conocemos todos de su situación”, agregó.
Sobre el deceso de la mujer, la médica sostuvo que se enteró que falleció el miércoles por la tarde, “sentí un gran dolor por sus hijos, por esos dos inocentes, que en ese momento que yo la estaba derivando estaban con ella. El chofer de la ambulancia me dijo: ‘doctora, cuando se iba el hijo le dio un beso en la frente‘. Eso fue terrible”.
“Todos los días hacemos prevención del embarazo, damos charlas, hablamos por los medios. Hago hincapié en el cuidado en el adolescente. En el hospital contamos con todos los métodos anticonceptivos, les digo que se acerquen, tenemos ginecólogo, profilácticos, un laboratorio. Es todos los días luchar, pero es la parte cultural. Ya no se más como presentar esto para que se acerquen. A veces confían más en un yuyo que en la pastilla que le puede recetar un médico”, finalizó con tristeza la directora del Hospital de Perugorría.