La Rosada dijo “compartir” la visión del arzobispo de Buenos Aires y recordó que no se trata de un discurso “político”.
Ni el pedido de cuidar especialmente a los sectores más vulnerables ni el rechazo a la aprobación del proyecto de despenalización del aborto sorprendieron. Lejos de entrar en polémica, el Gobierno dijo “compartir” los conceptos que pronunció el arzobispo de Buenos Aires Mario Poli en su homilía, especialmente. Y consideró que se trató de un mensaje “en tono moderado”.
En sintonía con la reflexión pública que hizo el jefe de Gabinete Marcos Peña, quien indicó que “no hay que confundir y ubicar (la homilía) en un lugar político”, en el Gobierno consideraron “lógicas” las palabras de Poli y, distintas voces consultas de primera línea, coincidieron que fue un mensaje “moderado”.
“Es el mismo espíritu del desafío que nos propusimos cuando asumimos”, dijo un alto funcionario, descartando cualquier inquietud por el mensaje de Poli.
En el tedeum, Mario Poli rechazó el aborto: “La defensa del inocente que no ha nacido debe ser clara”
La línea discursiva fue trazada por Peña, cuando enfrentó los micrófonos ni bien terminó el Tedeum. “Son palabras sabias que tomamos en cuenta y compartimos”, dijo el jefe de Gabinete, frente a la Catedral de Buenos Aires.
Igual, recordó que “el eje central del Gobierno es reducir la pobreza y la desigualdad” y, en ese sentido, apuntó que “lo importante es escuchar y reforzar el sentido de lo que venimos haciendo los Argentinos”.
Poli, en su homilía, incluyó una frase fuerte, justo en momentos en los que el Gobierno prepara un paquete de medidas para reducir el déficit fiscal, que la oposición considera un plan de ajuste: “La indiferencia y el egoísmo de los ricos frente a los pobres no pasan inadvertidos frente a los ojos de Dios”, advirtió el cardenal.
El Gobierno no acusó recibo de ese mensaje y, por el contrario, indicó que se trató de un mensaje “moderado”. “Mucho más que el del año pasado”, acotó un ministro. “El más suave en años” en un Tedeum, arriesgó otro importante funcionario.
En efecto, hubo un concepto de Poli que despertó mucha aprobación dentro del Gobierno.
Fue aquel en el que apuntó: “Los cambios sociales y culturales se dan en procesos que llevan tiempos que nos trascienden y se extienden más allá de los períodos de un gobierno. Debemos desconfiar de los logros instantáneos y recetas prometeícas. Si algo hemos aprendido es que debemos decir: ‘si comenzamos hoy, dentro de 10, 15 o 20 años se verán los frutos’. El tiempo no lo podemos someter, pero sí está en nuestras manos perseverarnos unidos en los objetivos por el bien común”.
Marcos Peña sobre la homilía del cardenal Mario Poli: “Son palabras sabias que compartimos”
El rabino Sergio Bergman, también presente en la ceremonia, se sumó al análisis de Peña. “Fueron palabras muy sabias y profundas”, parafraseó el ministro de Ambiente.
“El combate de la pobreza -prosiguió- es una prioridad de la gestión de Macri. Y también que no deben haber olvidados ni descartados. Hay que apuntar a un desarrollo sostenible que atraiga inversiones y con generación de empleo” .
Bergman aseguró que “este Gobierno trabaja para que sobre esa dignidad que el Estado debe garantizar, un futuro donde no haya más pobres”.
En una crítica al modelo K, el rabino indicó que “no se trata de sostener a los pobres dignamente, sino de evitar que haya pobres. Y eso se hace con inversión y trabajo, y con un Estado que no se hace subsidiario ni asistencialista de manera crónica; y, mucho menos, mantiene el doble estandard del relato, que fue un verso de la demagogia populista, que en nombre de los pobres se condena a que nunca dejen de serlo”.
En la víspera de una marcha al Obelisco contra el acuerdo que el Presidente impulsa con el Fondo Monetario Internacional, concluyó: “En términos de proyecto social, cultural y económico, el Gobierno de Mauricio Macri es progresista. No en sentido ideológico, sino en haber asegurado los derechos adquiridos y haberlos ampliado”.
El reclamo de Poli de “defender apasionadamente al inocente que no ha nacido”, en clara referencia al debate por la despenalización del aborto, tampoco generó discrepancia.
Sucede que, tanto el propio Macri, como la mayoría de su Gabinete, no apoyan la despenalización del aborto.
“Si la propuesta es optar por una u otra vida, nosotros apostamos a que vivan las dos”, advirtió el cardenal.
De todos modos, Peña evitó acompañar con su postura personal las palabras de Poli, atento a que Macri avisó a su equipo que si el proyecto es aprobado por el Congreso no lo vetará.
“Es un debate con mucho en juego en término de perspectivas y conciencia. Lo más importante es que se siga dando con este clima de respeto y de diálogo, que permita buscar los puntos en común a pesar de las diferencias para que esto sea un paso adelante sea cual fuera la conclusión a la que se llegue”.