Un golazo de Matías Godoy puso al frente al ferroviario. Los de Liniers no le encontraron la vuelta.
Festeja toda la provincia de Santiago del Estero, que no dormirá durante toda la noche. El fútbol argentino habla de Central Córdoba, que no era favorito del certamen pero se consagró en la Copa Argentina. La emoción del Ferroviario, la desazón absoluta de Vélez, una mezcla de sensaciones de un lado y del otro: la alegría de Omar De Felippe y sus jugadores; el desconcierto de Gustavo Quinteros y sus muchachos. En lo futbolístico, las principales emociones de la final ante Vélez llegaron en el segundo tiempo. El punto de quiebre en el estadio de Unión se dio gracias a Matías Godoy, que a los 54 minutos desbordó por la derecha e intentó enviar un centro, pero la pelota se elevó y se coló en el ángulo del arco defendido por Tomás Marchiori. Nadie podía creer esa conquista de los santiagueños, que rompió lo que hasta allí era un dominio bastante claro del equipo de Gustavo Quinteros.
En la primera etapa, el Fortín había tenido a su favor el remate de Carrizo que atajó Luis Ingolotti y Central Córdoba se perdió una muy clara con la chilena de espectacular chilena de Matías Godoy que tenía destino de red, pero Marchiori tuvo una gran reacción.
Inmediatamente, la jugada del golazo de Godoy recordó a la conquistade Gastón Martirena para Racing en la final de la Copa Sudamericana, donde el equipo de Gustavo Costas se impuso ante Cruzeiro y dio la vuelta olímpica en Asunción. Pareció que, tanto Godoy como el jugador uruguayo de la Academia en su oportunidad, intentaron enviar un centro más que un disparo al arco. Lo cierto es que en ambos casos hubo final feliz: un arquero rival desconcertado y el delirio del equipo ganador. Después, el propio autor del gol de la victoria y el campeonato admitiría que quiso tirar el centro.
A los 72 minutos, Godoy, que había recibido una tarjeta amarilla, fue reemplazado por el delantero Alexis Segovia. En ese último tramo del encuentro, Central Córdoba intentó controlar el partido, pero cuando ya arrancaba el primer minuto de los siete agregados por el árbitro Yael Falcón Pérez, Valentín Gómez remató y su zurdazo impactó en el travesaño del arco defendido por Ingolotti. Fue una advertencia muy clara de Vélez, que de todas maneras había quedado golpeado por el impacto de aquel tanto que desarregló sus planes y obligó a meter mano al DT Gustavo Quinteros, con los ingresos de Agustín Lagos, Michael Santos y Alvaro Montoro. Más allá del movimiento de piezas, Central Córdoba tuvo el temple para aguantar los embates y festejar el título ante su gente.