Así lo advirtió en los últimos días un ex funcionario itateño. Debe intervenir el Instituto Nacional de Monumentos Históricos.
El lunes 2 de septiembre y luego de que la tormenta de Santa Rosa se sintiera con fuerza en la localidad de Itatí, se desprendieron por efecto del viento varios mosaicos de la mampostería del edificio, en particular los que se encuentran en el frontis de la fachada y que es donde figura el nombre “Basílica Nuestra Señora de Itatí”. Sin duda esto fue un gran llamado de atención para el mantenimiento que necesita este gran monumento histórico y que se sumó a otro problema que se exhiben en los vitrales del Camarín de la Virgen, que están panceados y podrían derrumbarse.
Aunque el desprendimiento de los mosaicos no causó daños personales, dejó en evidencia la necesidad de reparaciones y la importancia de un mantenimiento adecuado para este emblema de la fe en la provincia de Corrientes. El ex viceintendente de Itatí, Edgar “Mirno” Bizarro señaló en declaraciones a Radionord que ya pasó más de una semana desde el incidente y están esperando la intervención del Instituto Nacional de Monumentos Históricos para evaluar la situación. “El rector de la Basílica ya se comunicó con el Invico, pero este proceso lleva tiempo. No es sencillo. Todos queremos que se realicen las refacciones, pero hay que cumplir un proceso que involucra al Municipio, la Provincia e incluso a la Nación”, comentó.
Para Bizarro, lo ideal sería la creación de una comisión permanente encargada de la conservación del edificio. Recordó que en 2004, cuando hubo importantes filtraciones en la Basílica, se intervino rápidamente debido a la realización del Congreso Eucarístico Nacional en Corrientes. “Han pasado 20 años desde entonces, y creo que debemos unir esfuerzos para atender de manera conjunta esta cuestión. La Basílica de Itatí no solo pertenece a los itateños; su importancia excede toda frontera. Por eso, técnicos y autoridades locales, provinciales y eclesiásticas deben sentarse a la mesa y definir un método para enfrentar estas situaciones”, sostuvo.
Actualmente, la Basílica ha limitado su acceso debido a los riesgos. “Hoy, solo está habilitada la parte lateral. La parte central se abre únicamente si es necesario, como para la salida de la imagen de la Virgen. El problema principal de este tipo de construcciones monumentales es el mantenimiento. Es necesario definir cómo y quién se encargará de mantenerla, porque no puede quedarse en una simple declaración de patrimonio histórico sin presupuesto asignado”, concluyó Bizarro.