En diputados, los kirchneristas y el bloque de Miguel Ángel Pichetto tienen confianza en que están los votos para rechazar el veto.
Pese a que aún no se formalizó el veto de Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria, que aprobó esta semana el Senado, en el Congreso ya comienzan a hacer números para ver si se consiguen los dos tercios que se necesitan para ratificar la normativa, que según remarcó el Gobierno, pone en jaque el compromiso de consolidar el déficit cero. En Diputados, la atención está puesta en cómo puede moverse un sector de los radicales, más cercano a los gobernadores, pero el PRO volverá a rechazar la propuesta en sintonía con la posición de Macri.
Sin embargo, en el Senado la proyección es más difícil para el Gobierno, porque la ley salió con 61 votos, más de los dos tercios, gracias al apoyo del kirchnerismo, la UCR, el PRO, federales y provinciales. Los dialoguistas quisieron dejar abierta una puerta planteando la posibilidad de un veto parcial, sobre los artículos que habían advertido que ponen en peligro el objetivo de consolidar el déficit cero. Se trata del segundo, que establece que el haber mínimo no podrá estar por debajo del valor de la CBT de un adulto equivalente multiplicada por 1,09. Otro sería el 4, que fija un aumento adicional a la fórmula de movilidad de un 50% de la diferencia entre la variación del Ripte y la variación del IPC del último año. Pero el más complejo es el artículo 10, que da un plazo de 6 meses para cancelar las deudas previsionales por juicios con sentencia firme y las contraídas a favor de las cajas provinciales no transferidas.
En esa línea, la posibilidad del veto parcial fue rechazada por Milei, que vuelve a ir por el “todo o nada”. Este escenario, sumado al repetido destrato del Presidente con los legisladores, hace que las chances del Gobierno de revertir la jugada sean casi nulas. En el bloque de UxP, que comanda Germán Martínez, están confiados en que podrán repetir lo ocurrido en la madrugada del 5 de junio, cuando la ley se aprobó con 160 votos positivos, 72 negativos, 8 abstenciones y 1 voto sin registrar. La duda está en cómo se mueve un grupo de radicales que, en la sesión en la que se rechazó el DNU que otorga más de $100 mil millones a la nueva Side para gastos reservados, votó junto al oficialismo.