Boca sacó una mínima ventaja, le ganó 1-0 a Cruzeiro, en un partido correspondiente a los octavos de final de la Copa Sudamericana que se jugó este jueves en La Bombonera.
El gol del equipo argentino lo hizo Edinson Cavani, a los 20 minutos del segundo tiempo, luego de una gran jugada colectiva.
El Xeneize, de irregular presente, se mostró dubitativo en la primera mitad pero en la segunda mejoró la imagen y consiguió la ventaja que alivió a su gente y le hizo ganar cierta tranquilidad de cara a la revancha en Brasil.
El equipo de Diego Martínez, dio un gran paso en busca de la clasificación a los cuartos de final de la Copa Sudamericana.
La revancha se jugará el próximo jueves en Belo Horizonte, Brasil.
Un primer tiempo con asperezas y un Xeneize levemente superior en La Boca. Edinson Cavani fue el primero en avisar ante Cássio pero después el local se fue diluyendo y, si no fuera por sendos offsides, los brasileños hubieran tenido un par de chances claras. Cerca del descanso, Miguel Merentiel conectó una gran jugada y se la despejaron en el área chica.
Agustín Martegani salió desde el vestuario por disposición de Diego Martínez y resultó clave para que, a los 20 minutos, el goyano Kevin Zenon pusiera por derecha una pelota al hueco para que Cavani definiera de primera por derecha bajo y al segundo palo.
En el tramo final, Cavani estrelló un tiro en el palo y Cássio se lució ante Zenón, y en los instantes siguientes el ingresado Kaio Jorge puso una pelota besando el palo derecho de Sergio Romero, quien enseguida debió responder ante el argentino Lautaro Díaz.
Ahora, el equipo de Diego Martínez deberá defender la ventaja en Brasil la próxima semana: la revancha se llevará adelante el jueves 22 de agosto a las 21.30 (hora de Argentina). El ganador de este cruce se enfrentará en cuartos de final al triunfador de la serie entre Libertad y Sportivo Ameliano, ambos equipos de Paraguay.
La ovación de Cavani cuando salió en el descuento y los festivos cánticos del tramo final fueron las señales de aprobación del público a una noche azul y oro que amenazó con arrancar torcida. Habrá que ver cómo termina la historia dentro de una semana en Belo Horizonte.