Se llevaron analgésicos, anticonceptivos y valiosos medicamentos; además del DVR de las cámaras de vigilancia. Habrían ingresado por un descampado posterior.
Una sucursal farmacéutica fue golpeada por delincuentes que, luego de ingresar por los techos, se llevaron una fuerte suma de dinero en efectivo y una gran cantidad de medicamentos. Por el caso demoraron al sereno del predio, quien aseguró no haber visto nada extraño. Se llevaron hasta el video de las cámaras de seguridad.
El robo habría sucedido en horas de la madrugada en el predio ubicado a la vera de la avenida Maipú al 6500 de la capital correntina, donde funciona una pequeña sucursal de la red farmacéutica FARMAR.
Los delincuentes ingresaron por uno de los laterales y por el techo de la sucursal. Levantaron chapa y cielorraso y una vez dentro se movieron rápidamente.
Violentaron una caja de seguridad donde se estima que habría alrededor de tres millones de pesos, pero además se alzaron con una importante cantidad de analgésicos, anticonceptivos y otros medicamentos por un valor similar al dinero robado.
Fuentes policiales indicaron, que los maleantes también se llevaron el DVR que contiene las imágenes de las cámaras de vigilancia del local.
Hasta anoche, no había un monto concreto de lo robado, ya que se cree que solo fue la recaudación del sábado y domingo, ya que el dinero de la semana había sido retirado el viernes por la tarde por la empresa de caudales. Por el momento hay un hermetismo en torno del hecho, aunque los investigadores de la Policía ya están pasando la inspección de varias cámaras de seguridad que están en el supermercado ubicado al lado del FARMAR y sobre la avenida, aunque sospechan que los maleantes ingresaron por el descampado posterior al predio comercial, donde claramente no existe vigilancia por videocámaras.
En cuanto a esta investigación, ayer los efectivos de la Dirección de Investigaciones Criminales demoraron al sereno del complejo comercial, ya que había serias dudas sobre sus dichos. El hombre habría mencionado que en ningún momento escuchó ruidos o vio movimientos extraños, pero lo cierto es que el techo del local fue destruido y dentro hubo destrozos que debieron ser advertidos, por lo escandaloso.
La Comisaría 23, con nuevo jefe desde ayer a la mañana, lleva adelante las diligencias judiciales de rigor.