Amenaza de paro de la UTA, demanda judicial y aumento del boleto

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La próxima será clave porque se intensificará el reclamo de los choferes y de los empresarios. Los pasajeros están librados a su suerte.

El sistema del transporte público de pasajeros en Corrientes se acerca cada vez más a un punto sin retorno. Son varios los sectores que vienen advirtiendo que podría colapsar en los próximos meses y, sin duda, los más perjudicados serán los pasajeros. 

A corto plazo, se asoma un posible paro de colectivos, convocada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), si es que el próximo jueves 8 -fecha en la que está convocada una nueva reunión de conciliación- no se arriba a un acuerdo salarial. Por las posturas planteadas tanto por los empresarios del transporte del interior nucleados en la Fatap, como por el sindicato de choferes a nivel nacional. 

Ayer José Luis Sabao, secretario general de UTA Corrientes confirmó que “se avecina un posible paro de colectivos en Corrientes” y recordó que los trabajadores del sector cobran un salario de $730.000 y la UTA exige un incremento a $1.060.000.

“Anticipamos que si ese día no hay acuerdo anunciaremos un nuevo paro”; medida de fuerza que no será sólo en esta Capital sino también estará convocada para todo el interior del país, y sin duda están dispuestos a plegarse a la retención de servicios en Corrientes.

La próxima semana también ingresaría un nuevo estudio de costos por parte del sector empresario, en el que estaría incluido el aumento del combustible que se aplica desde ayer. Y como en Rosario y en Chaco, no se descarta que la cifra ronde entre los 1.500 y 1.700 pesos.

DEMANDA

En paralelo a esto pedido de incremento de tarifa, en el mediano plazo, se registra otro problema para el sistema de transporte.

Según pudo saber este diario, las empresas concesionarias del servicio en esta capital, preparan o ya habrían presentado -este dato no pudo ser confirmado aún- una demanda contra el Municipio en reclamo por la diferencia en el valor del boleto. Al parecer, en el último aumento de la tarifa, se había acordado una suba de boleto de entre 1.081 y 1.084 pesos, pero finalmente el Concejo Deliberante, aprobó una suba del boleto aun valor menor, es decir a 990 pesos. Al parecer, el sector empresario reclama que el Municipio les pague esa diferencia, que rondaría los 91 pesos por cada boleto expedido desde que entró en vigencia el último incremento, el lunes 6 de mayo último, es decir desde hace casi tres meses. Una cifra sin duda millonaria.

SIN SUBSIDIOS Y EN EMERGENCIAS

A ello hay que sumar que la Nación no estaría dispuesta a retomar el pago de subsidios al transporte. No obstante, es cierto que tanto la Provincia como el Municipio hacen aportes de fondos, aunque en un marco de emergencias -provincial y municipal- lo que les ha permitido a las empresas reducir unidades en circulación, suspender trabajadores, aplicar despidos, como así también dejar de prestar servicio nocturno en algunos casos.

VENCIMIENTO

En medio de toda esta situación crítica para el transporte, y que se agrava en perjuicio de los usuarios, hay que recordar que el año próximo vence la concesión del servicio urbano de pasajeros.

Hay que recordar que el fecha 19 de abril de 2016, bajo la gestión de Fabián Ríos en el municipio, las empresas adjudicatarias firmaron los contratos de concesión por diez años. Plazo que vence el año próximo; aunque existe la posibilidad de prorrogar al concesión por otros cinco años. Si bien en el Concejo Deliberante, hay un proyecto del concejal Yamandú Barrios de crear una comisión que elabore los pliegos para el nuevo llamado a licitación, esto todavía no termina de definirse. Los tiempos corren, el sistema está cada vez peor y si bien habría buenas intenciones de cambiar la base de cómo debería concesionarse las nueve líneas de colectivos, aún no se avanzó con pasos firmes. Las empresas mientras tanto vienen amenazando desde el año pasado con abandonar la prestación del servicio, y si bien no se ha cumplido es cierto que las tres iniciaron Procedimientos Preventivos de Crisis, lo que llevó a la suspensión y despido de personal. 

El año próximo será un año electoral para Corrientes, no solo se elegirán autoridades provinciales sino también municipales, y ene medio de la campaña, habrá que ver si hay realmente la voluntad política de rediseñar el sistema de transporte que no siempre se ajuste por el bolsillo de los correntinos.