Un proyecto de fraccionamiento de la tarifa movilizó a los cobradores que mostraron su molestia porque sólo perciben el 35% del valor.
Los tarjeteros se concentraron ayer frente al edificio del concejo deliberante para pedir explicaciones por el nuevo proyecto de fraccionamiento de la tarifa del estacionamiento medido. reclamaron además ser escuchados y tenidos en cuenta.
“El Estado nos está arruinando”, manifestaron ayer más de 30 tarjeteros que se concentraron en el frente del Concejo Deliberante capitalino para pedir precisiones y explicaciones sobre un proyecto que tomó estado parlamentario durante la sesión de ayer y que propone el fraccionamiento de la tarifa del estacionamiento medido de la Capital de media hora.
La ciudad de Corrientes cuenta con unas 200 cuadras que se encuentran bajo el régimen de estacionamiento medido, y para lo cual debería contarse al menos con la misma cantidad, o semejante de tarjeteros, también llamados operadores del sistema.
Pero hace tiempo que estos trabajadores vienen expresando su malestar respecto de distintos puntos por el servicio que prestan, y el nuevo proyecto del cual la mayoría carecía de detalles, motivó a una concentración frente a la sede del Legislativo capitalino para pedir explicaciones.
Los tarjeteros llevan años intentando ser reconocidos como empleados municipales y no sólo como prestadores de un servicio. Insiste en que ahora tratan directamente con el Municipio capitalino, al que tienen que rendir cuentas y eso establece una relación laboral. Antes cobraban un porcentaje de la tarifa del estacionamiento medido a las organizaciones de la sociedad civil que son beneficiarias de otro porcentaje de dicho cobro. Pero desde la gestión de Fabián Ríos al frente del Ejecutivo Municipal (2013-2017) se estableció una modificación en el sistema. Desde entonces los tarjeteros se quedan con el 35% de la tarifa, el Municipio con el 60% y el 5% restante es para las entidades beneficiarias.
“El 60% de la ganancia va para el Municipio, un sistema impuesto por la gestión de Fabián Ríos. Antes trabajábamos directamente con la institución y el Municipio no intervenía. Ahora, bajo la lluvia, sol y frío, nos llevamos una mísera moneda, mientras el Municipio se queda con la mayor parte. Además, están reduciendo las cuadras disponibles para nosotros, afectando a muchos compañeros para beneficiar a las escuelas privadas. ¿Quién piensa en los tarjeteros?”, expresó uno de los representantes del grupo durante la concentración de ayer frente al edificio municipal.
El tema de las cuadras que están reservadas a instituciones educativas privadas es un punto álgido para los tarjeteros, dado que allí no está vigente el sistema de cobro y otro tanto ocurre con el incremento de las calles céntricas que son destinadas a corredores viales y donde también es imposible estacionar. Sin ir más lejos, esta semana se habilitaron dos nuevos carriles exclusivos para el transporte público de pasajeros, el de la calle Tucumán, desde la avenida Costanera hasta Hipólito Yrigoyen. Lo mismo que Yrigoyen desde Tucumán hasta calle Santa Fe. Es decir se trata de 15 cuadras que fueron quitadas al estacionamiento medido. Una reducción importante en el microcentro.
Los tarjeteros insistieron en la necesidad de que los concejales se acerquen a hablar con ellos y entender su situación antes de implementar cualquier cambio en el sistema de estacionamiento medido.
Cobro por media hora
El proyecto de fraccionamiento de la tarifa del estacionamiento medido en esta ciudad tomó estado parlamentario y fue girado para su análisis a las comisiones de Obras y Legislación del Concejo Deliberante. La iniciativa que es impulsada por los concejales Cecilia Ojeda Duarte y Yamandú Barrios, apunta a reestructurar la tarifa del estacionamiento que en la actualidad es de una hora, para fraccionarla a 30 minutos, considerando que el costo actual de la hora es de $450 para residentes y $600 para no residentes. Es decir, cobrar $225 y $300.
La edil destacó que esta iniciativa surgió debido a los reclamos de los vecinos y usuarios, quienes argumentan que muchas veces sólo necesitan estacionar por períodos cortos, de 15 o 20 minutos, pero se ven obligados a pagar una hora completa. “Nos pareció oportuno presentar este proyecto para reducir el tiempo mínimo de pago a 30 minutos, con un costo proporcional de $225 para residentes y $300 para no residentes”, agregó, e insistió en que los tarjeteros se verán beneficiados con este cambio.