Para que se destrabara el último paro de cinco días del transporte público de pasajeros en Corrientes, se había acordado que el sector empresario abonaría los sueldos de marzo con un aumento que llevaría la escala a unos 737.000 pesos. Las dudas persistieron hasta último momento, cuando ayer empezaron a impactar los pagos en las cuentas bancarias de los choferes, lo que aflojó la tensión que iba en aumento y que llevó a advertir a la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de Corrientes, de una nueva medida de fuerza en puerta.
Ayer, el secretario General de UTA en Corrientes, José Luis Sabao, señaló ayer en contacto con Sudamericana, que durante la tarde “empezaron a impactar los sueldos del mes de marzo en las cuentas de los conductores”. De todas maneras, el sindicalista aseguró que “esto es un principio de acuerdo, pero luego vendrá otro reclamo”.
El cumplimiento del acuerdo por parte de las empresas significó “un paso adelante y una tranquilidad, tanto para la gente que trabaja en las empresas, como para los pasajeros”. De todas maneras, aseguró que esta “no es una solución definitiva”, porque “lo que se está pidiendo desde la UTA para todo el país es el sueldo de 987.000”, afirmó.
En ese sentido, sostuvo: “Nosotros acá en la última medida hemos hecho un principio, donde se iba a pagar esta escala de 737.000 pesos. Luego se viene el reclamo de la otra escala”, aseguró. Y recalcó que el reclamo es particular en las distintas jurisdicciones: “Eso ya está solicitado formalmente en cada jurisdicción tenemos que estar conversando y reuniéndonos”, agregó.
Sabao insistió: “Nosotros, aquí en Corrientes, estamos comprometidos con el acuerdo alcanzado con el sector empresarial para el depósito de los salarios”.
El último acuerdo alcanzado apuntaba a un principio de entendimiento, donde las empresas se comprometieron a realizar los depósitos correspondientes este día. Sin embargo, se había advertido que en caso de incumplimiento, se procedería a realizar medidas de fuerza. También señaló que su quita afectaría no solo a Corrientes, sino a todo el país, ya que se retiraron los subsidios nacionales al interior. “Este escenario plantea incertidumbres sobre el futuro de las líneas y los servicios de colectivo en todo el país”.
“Estamos abiertos al diálogo, pero no podemos esperar a que surjan conflictos para buscar soluciones”, enfatizó Sabao, rechazando la idea de culpar a los trabajadores o a los pasajeros por la situación actual del sistema de transporte.
En cuanto a posibles reducciones en el servicio, Sabao desestimó la propuesta de reducir un 20 % de los servicios por parte del municipio, argumentando que empeoraría la calidad del servicio y dejaría a muchos trabajadores sin empleo.
Tregua hasta mañana
A nivel nacional la Unión Tranviarios Automotor (UTA) acordó una tregua con las empresas hasta mañana, en que continuará la negociación y no habrá paro al menos hasta este miércoles a la tarde.
Si bien el conflicto salarial no fue resuelto, el sindicato y las cámaras empresarias el Amba acordaron volver a reunirse con la Secretaría de Trabajo el miércoles. El cuarto intermedio será hasta mañana cuando volverán a encontrarse para destrabar el conflicto salarial,
“Si aparecen los $250.000 de diferencia, trabajamos normalmente”, dijo el secretario general de UTA Roberto Fernández tras una reunión con las cámaras empresarias y la cartera laboral que encabeza Julio Cordero. Un comunicado del sindicato puso al miércoles como plazo último para determinar una medida de fuerza que paralice el servicio de colectivos en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense.
“En procura de la paz social, y a fin de no paralizar un servicio de gran relevancia para millones de usuarios que se transportan diariamente, se determina dicho plazo final para dar cumplimiento al acuerdo salarial homologado por la autoridad de aplicación, suspendiendo hasta entonces la retención de tareas”, reza el comunicado
EL GOBIERNO QUIERE TERMINAR CON EL MONOPOLIO DE LA SUBE
Propondrán por decreto universalizar el pago de transporte
El Gobierno nacional prepara un decreto con el que apunta a universalizar los medios de pago para el uso de medios de transporte público y poner a competir a la tarjeta Sube, permitiendo el pago con cualquier tarjeta o medio de pago, tuvo una buena recepción mediática y en redes.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, expresó ayer: “El Gobierno tomó la decisión de liberar el sistema de pago del transporte público como ocurre en otras ciudades del mundo donde se puede abonar con tarjeta, con celular o el medio que se crea más conveniente”.
“La Sube no va a dejar de existir, va a ser una opción más, no la única. Para nosotros sigue cumpliendo un rol clave para fiscalizar los servicio que prestan las empresas de servicios de colectivos y los gatos que realizan”, anunció Adorni.
“Esto significa no sólo simplificar un servicio que se creó hace quince años y todavía seguía dependiendo de la carga en un kiosco o en una estación de pago sino también la federalización total del sistema. Cuando haya más novedades y precisiones sobre este punto tan relevante para buena parte de los argentinos se los estaremos comunicando”, finalizó.
Si bien funciona, la operación de Sube ya lleva más de una década y no tuvo mayor actualización tecnológica, algo que se hace evidente en las dificultades para extender los saldos negativos o el máximo de dinero a cargar por tarjeta, además del doble paso para validar la carga que se hace virtual. Además, tiene una estructura de personal que parece haber crecido mucho y de manera innecesaria, con poca prestación de desarrollo tecnológico y escasos servicios de atención al público.