Valentín Barco se desgarró, pero en Boca no lo descartan para la revancha con Racing

0
991

Los exámenes que se realizó esta mañana de jueves confirmaron que el Colo tiene una lesión muscular en el psoas ilíaco izquierdo. Aunque parece difícil que pueda estar en Avellaneda, el cuerpo técnico lo esperará hasta último momento.

La sensación amarga en el Mundo Boca no solo se reduce a haber sido superior a Racing a lo largo de los 90 minutos del primer chico y que el resultado no haya pasado del cero, sino también porque quien venía siendo la gran figura del equipo tuvo que ser reemplazado tras sentir una molestia que por estas horas preocupa. Valentín Barco se arrojó al suelo apenas iniciado el complemento, pidió el cambio y encendió las alarmas. Este jueves, los estudios médicos confirmaron que se trata de un desgarro en el psoas ilíaco izquierdo.

Dentro de la mala noticia, lo positivo es que la lesión muscular es de menor gravedad de lo que se esperaba y, si bien puertas adentro saben que es muy complejo que pueda estar presente en Avellaneda para jugar el desquite del próximo miércoles, no lo descartan.

Según cuentan en Boca, que en breve emitirá un parte médico, el cuerpo técnico comandado por Jorge Almirón tiene decidido esperar la evolución del Colo hasta último momento con la ilusión de poder tenerlo a disposición en la revancha. Teniendo en cuenta que apenas tendrá seis días de recuperación (la comenzó hoy mismo en el predio de Ezeiza), el panorama no es alentador pero harán todos los esfuerzos posibles.

La lesión derivó luego de que un fuerte roce contra el lateral derecho de Racing, Tobías Rubio, en el cierre de la primera etapa. El Colo regresó al campo de juego con evidentes gestos de dolor e intentó seguir jugando, pero rápidamente, tras la primera acción, se dio cuenta de que no podía moverse con normalidad.

Así, a los tres minutos del segundo tiempo Barco se tumbó en el césped de la cancha, se llevó las palmas de sus manos a la cara y dejó una imagen que inmediatamente todos los fanáticos del Xeneize no querían ver. El juvenil de 19 años pidió el cambio por lesión, se marchó desconsolado y toda La Bombonera lo ovacionó, tras su enorme rendimiento demostrado en el encuentro siendo de lo mejor de Boca.