Se trata de una sustancia psicoactiva que es un residuo de la cocaína mezclada con pastillas y otros adicionales. También llamada “el crack brasilero”, su consumo se vuelve casi imposible de controlar.
En un operativo llevado a cabo por el personal de la División Microtráfico, se realizó un allanamiento en una casa ubicada en la calle Brown al 1600 de la ciudad de Resistencia. Durante el procedimiento, se logró incautar una cantidad significativa de drogas y se detuvo a un hombre.
Durante la inspección de la vivienda, los agentes encontraron tres envoltorios que contenían una sustancia blanca, posteriormente identificada como cocaína, con un peso total de 22,3 gramos. Además, se encontró una planta de cannabis sativa de aproximadamente 30 centímetros de altura. Asimismo, se hallaron una balanza, una tijera y, dentro de una bolsa, se descubrieron sustancias en forma de piedras que, tras su verificación, se determinó que se trataba de “Pedra”. Esta sustancia es un residuo de la cocaína mezclada con pastillas y otros aditivos de naturaleza psicoactiva.
En el allanamiento también se incautó una suma de dinero en efectivo, ascendente a 227.370 pesos.
Como consecuencia de los hallazgos, la fiscalía Antidrogas intervino en el caso y dispuso que el residente de la vivienda sea notificado de su aprehensión en la causa por supuesta infracción a la Ley 27.737 de Estupefacientes.
¿QUÉ ES LA PEDRA?
La Pedra es una droga proveniente de Brasil que, en el último tiempo, cruzó las fronteras y generó una “epidemia” incontrolable en zonas como Misiones. También llamada “el crack brasilero”, esta nueva sustancia llegó al país como una droga muy barata, aunque su alto nivel de adicción genera múltiples consumos al día.
Su nombre deviene a la forma rocosa en la que se comercializan las pequeñas dosis de un gramo. Además, se consume a través de una pipa casera y sus efectos solo duran entre 10 y 15 minutos. La sustancia genera gravísimos problemas de salud, mientras que los adictos pueden dejar de ingerir agua y comida hasta por cinco días, conviertiendose en “zombies caminantes”.
Cada dosis cuesta alrededor de $ 100, lo que la hace incluso más barata y más dañina que la pasta base de la cocaína.
