La empresa con sede en Santa Ana pidió más estudios de laboratorio, y afirmó que si el SENASA aplica el rifle sanitario la firma quebrará.
El fin de semana largo, por la Pascua, resultó atípico para más de 150 familias correntinas, por la preocupación que generó y el riesgo directo que corren sus puestos de trabajo en una reconocida avícola local, tras la notificación del Senasa de un segundo caso positivo en la provincia, en la planta ubicada en la localidad de Santa Ana de los Guácaras, departamento de San Cosme.
El organismo nacional comunicó a la empresa que debe sacrificar a la totalidad de las aves de corral que tienen, ante la confirmación del caso de influenza.
De inmediato los titulares de la empresa se movilizaron legalmente y presentaron el fin de semana un recurso de nulidad a la medida resuelta, pidiendo nuevos estudios de laboratorio, por considerar que no se cumplió el protocolo sanitario por parte de los agentes del Senasa. Aseguraron que ninguna de las 200.000 aves de corral que tienen presenta algún síntoma de influenza aviar aún, cuando transcurrieron más de 20 días de la primera muestra, y consideraron que nuevos estudios de laboratorio permitirán tener la seguridad de que no hay un brote de la enfermedad.
Asimismo, advirtieron que la aplicación del rifle sanitario a la totalidad de los animales llevaría a la firma directamente a la quiebra y a la pérdida de la totalidad de los puestos de trabajo. Durante el fin de semana se habló de que corrían riesgo 150 trabajadores, pero también se dijo que serían cerca de 400 las personas que en forma directa e indirecta verían afectados su futuro laboral.
Por la misma razón, durante la siesta de ayer trascendieron imágenes publicadas en las redes sociales, donde varios de los empleados de la empresa decidieron instalarse en el frente de ingreso a la planta, ubicada en la ruta provincial Nº 43, kilómetro 6, para impedir que los agentes del Senasa ingresaran hoy a la planta para sacrificar a los animales. Los responsables de la gerencia de la empresa también aseguraron, a través del recurso de nulidad presentado, que de confirmarse la presencia del virus en los animales están dispuestos a colaborar con el sacrificio de las aves, pero primero tienen que tener una confirmación.
Lo que dice la impugnación
El sábado último el director de la firma avícola presentó, para evitar el cierre, un recurso de nulidad de las actuaciones desarrolladas por el Senasa. Sostienen que “han pasado más de 20 días de la aparición de un virus a menos de 100 kilómetros de distancia de nuestro establecimiento, sin que exista ningún contacto con ello, ni vínculo de ninguna naturaleza”.
“No existe posibilidad alguna de contagio ni forma de transmisión. (…) Las medidas de prevención, profilaxis y seguridad del establecimiento son severas y extremas y no han sido violadas, de manera tal que la existencia del virus debe descartarse”.
“Las medidas bajo sospecha que deberían realizarse tomando muestras y envío al Laboratorio Oficial de acuerdo a las normas técnicas (…) no se han seguido estrictamente. La investigación epidemiológica no tuvo el rigor del caso y menos sobre el establecimiento. Las pruebas o muestras no tienen rigor científico ni puede señalarse que no fueron objeto de contagio o contaminación pues no estuvo exenta de tener una cadena de custodia que garantice exactitud en el diagnóstico”.
“Impetramos como garantía de seguridad que la toma de muestras y conservación para proceder a un nuevo diagnóstico de influenza aviar con hisopados de orofaringe, de tráquea y/o de cloaca (o heces) de aves vivas (…) todo ello con intervención de las autoridades del Senasa y con control de parte del veterinario de nuestra parte y con presencia de las autoridades del sector de la Provincia de Corrientes y del Municipio de la Ciudad de Corrientes”. “En el caso de confirmarse fehacientemente el foco infeccioso mi parte se compromete con las condiciones de seguridad impuestas por las autoridades sanitarias”.