Los dos máximos ídolos de Boca compartieron equipo en el “Partido de las Leyendas” en un Estadio de la Cerámica repleto.
Juan Román Riquelme y Martín Palermo volvieron a compartir un campo de juego y fueron ovacionados por los hinchas de Villarreal, donde participaron de un partido con el que el club español en el que ambos jugaron hace dos décadas festejó su centenario.
El encuentro, en el que también estuvieron otros cinco argentinos como Juan Pablo Sorín, terminó con la victoria de las Leyendas de España por un tempranero gol de Catanha que las Leyendas de Villarreal no pudieron revertir.
En un primer tiempo en el que España se fue arriba 1-0 hubo pinceladas de la magia de Riquelme, que no se animó al arco pero sí a meter buenas habilitaciones para sus compañeros.
A Palermo, en cambio, se lo notó un poco más incómodo a sus 49 años, no tuvo ocasiones claras de gol y provocó la salida de Sergio por un golpe involuntario en la búsqueda de una pelota aérea en el segundo palo.
En el entretiempo, Román fue uno de los selectos jugadores a los que Villarreal le entregó un submarino amarillo como homenaje por sus años en el club. “Para mí siempre es una felicidad venir acá a Villarreal. He pasado años muy lindos y sigo teniendo mi casa acá, siempre los voy a tener en mi corazón. Muchísimas gracias”, expresó el actual vicepresidente de Boca.
Para arrancar el segundo tiempo, las Leyendas de Villarreal sumaron a Mariano Barbosa en el arco y a Juan Pablo Sorín en una defensa que ya tenía a Gonzalo Rodríguez y en la que luego colocó Fabricio Coloccini, otro de los argentinos convocados junto a Mateo Musacchio.
El entrenador Benito Floro le dio a Palermo 13 minutos más a los 40 de la primera etapa pero el goleador no les pudo regalar a los hinchas un tanto en su vuelta al Villarreal. Aún así, en un partido muy cerrado, quien jugó el Mundial 2014 con la Selección recibió una ovación y en el banco firmó camisetas que le bajaban desde la tribuna.
Poco después, a los 25 minutos del complemento, el grito “Riquelme, Riquelme” se escuchó desde los cuatro costados de La Cerámica para despedir al ex futbolista de 44 años de la cancha.
Ya sin el habilidoso enganche en la cancha, el equipo compuesto por exfutbolistas que vistieron la camiseta del seleccionado español, conducidos por José Antonio Camacho, controló las acciones y solo esperó a que el tiempo pasara para mantener la victoria.
“Lo hemos pasado muy lindo y creo que la gente también. Tuve la suerte de llegar a Villarreal en 2003, hace 20 años, y es grandioso llegar y encontrar este cariño, es parte de mi vida. No sé por qué me adoran pero siempre me hace muy feliz. Siempre intento pasar por Villarreal todos los años, porque tengo amigos, gente que quiero mucho y mi casa. Será así hasta el último día de mi vida”, le dijo Riquelme a ESPN tras el partido.
La derrota 1-0 de las Leyendas de Villarreal no opacó a las 19.763 personas -entre ellos muchos argentinos e hinchas de Boca- que llenaron el Estadio de la Cerámica y que no querían abandonar la cancha sin llevarse una selfie o un autógrafo de sus estrellas.