Gabriela Cerruti dijo que bajar la dinámica inflacionaria es “la primera preocupación de la Casa Rosada”. Culpó a la sequía por el número.
La batalla contra la suba de precios se le hizo cuesta arriba al gobierno de Alberto Fernández: el índice de febrero marcó 6,6 % y el acumulado interanual llegó al 102,5 %, el máximo en los últimos 32 años. En ese contexto, la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, admitió la preocupación de la administración nacional con una frase contundente: “El dato de la inflación nos parece malísimo, no era lo esperado”.
“El Gobierno sigue con su compromiso firme de terminar de avanzar en controlar los precios, la inflación, que vayan bajando”, sostuvo la funcionaria nacional.
En la conferencia de prensa que brinda los jueves en la Casa Rosada, la vocera señaló que se puede “dar explicaciones” respecto al incremento de los precios, “pero no son excusas frente a los que tienen que ir todos los días al almacén”.
En ese sentido, indicó que a causa de la sequía aumentaron los precios de la carne y los lácteos, así como también apuntó contra las empresas de telecomunicaciones. La división de mayor aumento del Índice de Precios en el mes fue “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, que reportó una suba del 9,8 %, y la segunda “Comunicación” (7,8 %).
“Las empresas de telefonía, de cable, de servicios web siguen aumentando de forma indiscriminada el precio para los usuarios”, lanzó Cerruti.
Además, destacó que el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, “están trabajando juntos, codo a codo y tienen el mismo compromiso para que esta situación (la elevada inflación) se solucione lo más pronto posible”.
“Confiamos en que las medidas que se están tomando a nivel macroeconómico y para estabilizar los precios van a funcionar, pero necesitamos que funcionen lo más rápido posible”, añadió.
“El Gobierno entiende que la inflación es la principal preocupación de los argentinos”, insistió.
El dato de febrero representa una aceleración de 0,6 puntos con relación al índice de enero, cuando la inflación marcó un 6 % en su medición mensual.
Esto complica los planes del ministro de Economía, Sergio Massa, que había anunciado que tenía el objetivo de que el índice de precios llegue a abril “con un tres adelante”. En este sentido, el Gobierno continúa reforzando los controles sobre los acuerdos de precios.
Desde la Casa Rosada, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y el ministro de Economía reconocieron que el número los sorprendió y que evidentemente no se acerca a las previsiones que tenía el Gobierno de bajar la inflación al 3 % en marzo. Atribuyeron los aumentos récord por dos meses consecutivos a los efectos de la sequía y cuestiones estacionales que impactaron en la producción de los alimentos.
Sin embargo, dejaron para el secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein, la explicación del fenómeno que tensiona aún más la crisis política y social del país.
“El dato de inflación de febrero es sin duda muy malo. En particular, en febrero resultó muy fuerte el impacto de la carne, que subió 19,5 % por efecto de la grave sequía que estamos atravesando”, reconoció Rubinstein, y el funcionario de Economía agregó que “las condiciones climáticas están afectando a la producción y los precios de los alimentos”.
Rubinstein aseguró que el Gobierno sigue trabajando en políticas fiscales y monetarias que sean consistentes con tasas de inflación mucho más bajas junto a políticas de ingresos (acuerdos con empresas y otras) que coadyuven a frenar los aspectos inerciales de las altas tasas de inflación.
Pero el dato que más preocupa al Gobierno es “una muy importante incidencia de los aspectos inerciales ligados al alto grado de indexación prevaleciente” entre los formadores de precios.
El paquete sería inminente y en el Gobierno hablan de anuncios en los próximos días, incluso arriesgan que podrían concretarse antes de que termine la semana.