La crisis ígnea se intensifica. Hasta ayer había una docena de focos. Las perspectivas de lluvias para la semana próxima son nulas.
Desde mediados de diciembre y hasta ayer, la cantidad de focos ígneos en la provincia se fueron multiplicando, agravados por las altas temperaturas que se registran, la continuidad de la sequía y sin perspectivas de precipitaciones para los próximos días, y sobre todo por acción humana.
De acuerdo con el Comando Operativo de Emergencias (COE) de la provincia de Corrientes ayer se registraron 12 focos de incendio en: Concepción, San Luis del Palmar, Palmar Grande, Mburucuyá, San Miguel, Villa Olivari, Santa Rosa, Tatacuá, Santo Tomé, Alvear, La Cruz y Sauce.
De esos focos, cinco se mantenían activos, uno fue sofocado y seis se encontraban en observación.
En ese marco, el titular del Coe, Bruno Lovison declaró ayer en estado “crítico” la situación desatada por los incendios que afectan con especial intensidad en los Esteros del Iberá y a diversos sectores de la provincia, a la vez que confirmó que desde diciembre hasta la fecha la provincia sufrió el efecto de las llamas en 31.000 hectáreas.
La superficie total que fue afectada por el fuego desde diciembre hasta febrero son 31.000 hectáreas en toda la provincia de Corrientes, dijo ayer en declaraciones a Télam.
En ese contexto, el fuego en el ecosistema Iberá afecta actualmente a la localidad de Concepción, donde el portal Carambola de acceso a los Esteros sigue cerrado ya que tiene fuego en el perímetro desde hace más de 50 días.
“Lo que se quema es cañada por lo que es un incendio que va a continuar hasta que llueva”, advirtió Lovison, quien advirtió que no hay pronóstico de precipitaciones antes del 13 de febrero.
El funcionario destacó: “Los equipos de trabajo allí contienen el perímetro por lo menos hasta que sepamos que es seguro y es un incendio que va a demandar tiempo, realmente, hasta que llueva y se apague”. “También en el Iberá, ayer (por el lunes) se terminó el foco en Santa Julia, que es el sector Este del Carambola”, explicó.
En el Iberá estaban trabajando tres camionetas de la brigada forestal junto con un camión cisterna. Pese a la intensidad y lo prolongado de los siniestros ígneos en la reserva, la infraestructura de servicios turísticos alcanzada por las llamas no ha sido significativa según la evaluación hecha desde la Administración de Parques Nacionales.
Por otra parte, cerca de la zona de reserva en un paraje denominado Pancho Cué, en el departamento de Alvear, se registró el lunes un rebrote en el incendio que lleva consumidas alrededor de 5.700 hectáreas, indicaron fuentes productivas, que destacaron que se trata de una zona forestal y de producción rural. Mientras que, en Santa Rosa, corazón de la cuenca forestoindustrial de la provincia, hubo fuego sobre un par de aserraderos, dijo Lovison.