El hallazgo sucedió cuando el hombre regresaba hacia la costa y a la altura de avenida Costanera y padre Borgatti vio a lo lejos una caja de madera que flotaba y decidió revisar su interior.
Un pescador halló dos granadas de guerra en una caja de madera en medio del río Paraná cerca de la costa de la ciudad de Corrientes.
El hecho ocurrió entre las 10 y las 11 en la mañana de ayer, cuando un pescador que volvía hacia la costa se cruza con una caja que al verla se sorprendió, decidió agarrarla y después de conseguirlo se encontró con dos granadas. “Acercó la caja hacia avenida Costanera y Padre Borgatti, en cercanías hay una garita donde está apostado personal policial. Llevó los artefactos allí y se procedió a avisar a los bomberos de la provincia y los resguardaron”, indicó un oficial de la Policía.
Asimismo, aseguraron que los dispositivos fueron colocados en un depósito hasta que el Poder Judicial disponga qué se deba hacer.
Con respecto a las investigaciones, la Comisaria Primera deberá determinar cómo se desarrollaron los acontecimientos y qué investigaciones deben realizarse.
“Cuando hay bajante pronunciada, suele pasar que aparezcan objetos y creemos que a la caja la trajo la corriente. Para los pescadores es común porque suelen encontrar artefactos”, resaltó el oficial.
Por su parte, el jefe de Bomberos de la Policía de Corrientes, Félix Cemborain, explicó que recibieron el llamado y enviaron rápidamente a la brigada de explosivos para que las granadas sean retiradas de la vía pública.
“Al ser granadas de guerra tenían un gran sistema de seguridad, lo que sucede es que son antiguas y por un golpe pueden detonar. Entonces, se tomaron todos los recaudos de seguridad”, dijo.
“El artefacto está oxidado, no podemos determinar de qué año es, pero por las características parecería ser alemán. Lo que sucede es que Argentina compraba granadas a todo el mundo. Entonces, es común verlas”, aseguró.
En ese sentido, comentó que hoy analizarán los objetos para conocer, entre otras cuestiones, el tiempo y la estabilidad que tienen. “Lo ideal es llevarlas a un lugar seguro y hacerlas detonar”, dijo.
“Nuestra tarea es retirar el artefacto explosivo y resguardar a la población del riesgo o del peligro. Seguramente un fiscal tomará cartas en el asunto por lo sucedido”. concluyó.
Tras encontrar las granadas, la Policía realizó un rastrillaje para asegurar que en la zona no quedaba ningún elemento más que pudiera ser peligroso para la población. SLa bajante del río y la incursión de los pescadores en las aguas son factores que muchas veces determinan el hallazgo de diferentes artefactos que se encontraban hace mucho tiempo o son traidos por la corriente.