Sin consenso interno, La Cámpora presiona por la derogación de las Paso

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El proyecto ingresará en las próxi­mas horas a la Cámara de Diputados. Sin embargo, en el propio bloque ofi­cialista hay posturas divididas. 

Cuando el debate por la derogación de las Paso parecía empantanarse, La Cámpora sumó por prime­ra vez su voz para darle luz verde al proyecto. Uno de sus líderes y actual ministro de Desarrollo bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque, sostuvo que las Primarias “no se utilizan como estaba previsto” cuando las crea­ron Néstor y Cristina Kir­chner y se mostró a favor de que se debata su elimi­nación de cara a la próxi­ma elección. La definición es clave porque el espacio referenciado en la vicepre­sidenta había mantenido silencio y evitado fijar su postura desde que los go­bernadores del Frente de Todos pidieron que en 2023 no haya Paso. 

Los mandatarios provin­ciales habían quedado en soledad con su reclamo lue­go de que se sumaran voces oficialistas en contra de cambiar las reglas de juego electorales a menos de un año de los comicios. 

Al rechazo de Alberto Fernández y la CGT, que en la cumbre de la sema­na pasada pidió mantener las Primarias y le adelantó al Jefe de Estado que pre­sentaría competencia en el peronismo en todos los ni­veles, se sumaron distintas fuerzas con representación en el Congreso, que tornan muy complicada la aproba­ción del proyecto para bajar las Paso. 

Al bloque del FdT, que con el voto de la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, suma 118, habría que descontarles los dos diputados de la Co­rriente Clasista y Comba­tiva, Juan Carlos Alderete y Verónica Caliva; y el del entrerriano del PJ Marcelo Casaretto, que confirmaron su negativa. 

A ellos se sumó el lunes pasado Natalia Souto, de Barrios de Pie, cuyo movi­miento está en contra. “No vamos a votar la derogación de las Primarias. Nuestra agenda tiene que ser resol­ver los problemas de la gen­te, no las Paso”, dijo. 

Las voces oficialistas surgieron en medio de un desconcierto por la postura ambigua K. 

Hasta que ayer Larroque irrumpió en la escena y jugó fuerte a favor de la elimina­ción de las Paso. El kirchne­rismo tuvo que abandonar la neutralidad que había intentado conservar para conseguir masa crítica porque puertas adentro del FdT había empezado a perder respaldos. 

Lo curioso es que fue la propia conducción de Máximo Kirchner que en 2021 obturó cualquier posibilidad de que haya competencia interna en el FdT, en especial en la pro­vincia de Buenos Aires, donde le valió un duro en­frentamiento con el minis­tro de Seguridad provincial, Sergio Berni, quien amagó con irse varias veces porque no le permitieron compe­tir a su agrupación, La 20 de Noviembre. La porta­voz presidencial, Gabriela Cerruti, evitó ayer brindar precisiones acerca de una posible suspensión de las Paso al asegurar que el Po­der Ejecutivo no debate en torno a la temática. 

El primero en fijar posi­ción había sido un amigo de Alberto Fernández, Lean­dro Santoro, quien conside­ró que “violentar un cambio de las reglas del juego para la próxima elección sólo va a generar más tensión” con la oposición y que “no” es­taba de acuerdo con dero­gar las Paso. De mínima se abstendría. 

En tanto, Eduardo Valdés, también cercano a Fernán­dez pero incondicional de Cristina, primero dijo que las Primarias fueron “una de las mejores cosas que hizo el kirchnerismo”, pero luego aclaró que estaba dis­puesto a acompañar si se conseguía “acuerdo políti­co” por fuera del oficialis­mo. 

Desde la oposición, la diputada nacional María Eugenia Vidal, sobre una eventual suspensión de las Paso expresó: “Genera eno­jo porque los argentinos tenemos una agenda mu­cho más urgente, estamos preocupados por la infla­ción, la situación de la edu­cación, la seguridad en mu­chos lugares del país, como el Conurbano bonaerense o Rosario, esas son nuestras preocupaciones reales, no las Paso”.