Una familia necesita casi $120.000 por mes para no ser considerada pobre

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La canasta básica total medida por el Indec registró una suba del 7,6% en agosto. La canasta básica que marca la línea de indigencia quedó en $52.990.

En un contexto de eleva­da inflación, que alcanzó un 78,5% de aumento en los últimos 12 meses, la ca­nasta básica total (CBT) tuvo un alza del 7,6% en agosto. Frente a ese incremento, una familia compuesta por dos adultos y dos niños en el Gran Buenos Aires (GBA) necesitó el mes pasado un ingreso mensual de $119.757 para no caer bajo la línea de la pobreza, según informó este martes el Instituto Na­cional de Estadísticas y Cen­sos (Indec).

Analizado en términos interanuales, la Canasta Básica Total (CBT) tuvo una suba anual de 75,2%, lo que la ubica mínimamente por debajo del ritmo general de avance de los precios. En ese sentido, el registro más crí­tico es el de la Canasta Bási­ca Alimentaria (CBA), cuyo valor creció 7,1% en mayo y acumuló un alza del 81,4% en el último año, varios puntos porcentuales por en­cima de la inflación.

De esa forma, un hogar de cuatro personas nece­sitó $52.990 para no ser considerado indigente. La estadística está diseñada en base a un hogar de dos adul­tos y dos niños de 6 y 8 años.

En la medición individual, el informe del Indec deter­minó que para no ser con­siderado indigente una persona adulta necesitó en agosto tener ingresos por $17.149, a la vez que necesitó $38.756 para no ser pobre.

Ambos datos son deci­sivos para medir el impac­to de la crisis económica en los indicadores socia­les. Eso sucede porque la canasta básica que además de alimentos incluye otros ítems del gasto como indu­mentaria, salud, transporte o educación determina la denominada “línea de po­breza”. Es decir, los hogares con ingresos menores a la CBT son los que pasan a ser considerados pobres.

De la misma manera, la canasta alimentaria que tiene un alcance limitado a bienes de primera necesidad es la que configura la “línea de la indigencia”: aquellas familias que no lleguen a cubrir los ingresos necesa­rios para adquirir la CBA son indigentes.

Asimismo, el reporte di­fundido por el Indec tam­bién realiza un muestreo para medir cuál sería el um­bral de ingresos necesario en el caso de otros grupos familiares. Así, por ejemplo, un hogar compuesto por una mujer de 35 años, su hijo de 18 años y su madre de 61 años requirió $95.340 para no caer en la pobreza. De la misma forma, para no ser considerado indigente ese hogar de tres integrantes precisó $42.186 para tener sus necesidades alimenta­rias cubiertas y no caer en la indigencia.

También se ejemplifica con el caso de un grupo fa­miliar de 5 personas, inte­grado por 2 adultos de 30 años y 3 niños de 5, 3 y 1 año de edad. Para esa familia, el ingreso mensual requerido para no ser pobre deberá ser de $125.958 y para no ser in­digente, de $55.734.

En ese marco, cabe recor­dar que la última medición oficial marcó que el 37,2% de la población -unas 17,4 millones de personas- es considerada pobre en la Argentina y el 8,2% vive en condiciones de indigencia. De acuerdo a los datos del segundo semestre de 2021, de esta manera, los indica­dores sociales principales mostraron una mejora res­pecto al 42% de pobreza que marcó el 2020 y el 40,6% de la primera mitad del año pa­sado.

Tanto la pobreza como la indigencia tuvieron un re­corte, explicado por la recu­peración económica supe­rior al 10% en 2021 que fue acompañada por un rebote en los números de empleo. De todas formas, ese alivio fue muy parcial, en especial para las familias que viven de ingresos de empleos no registrados.

“Se seleccionaron los ali­mentos y las cantidades en función de los hábitos de consumo de la población, a partir de la información provista por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (Engho) 1996/97”, agregaron.

En efecto, se contemplan lácteos, frutas, cereales, pan, azúcar, arroz, harinas, fideos y unos 6 kilogramos de carne, entre los alimen­tos más destacables.