El aurirrojo se impuso 2 a 0 para igualar la serie y forzar la pena máxima, donde se avanzó a semifinales. Hubo un fuerte operativo de seguridad.
Boca Unidos, plagado de jugadores profesionales, logró revertir el resultado sobre Deportivo Mandiyú, por 2 a 0, para forzar los penales y avanzar a las semifinales del Torneo Oficial de la Liga Correntina de Fútbol, en un partido disputado ayer en el estadio José Antonio Romero Feris, bajo un gran marco de público que le dieron color a la jornada del fútbol local.
Ahora, Boca Unidos deberá esperar por Lipton, que debe pasar primero por el Tribunal para confirmar su presencia en las semis. Los goles del conjunto aurirrojo fueron convertidos por Matías Espíndola y Braure, a los 12 minutos y 44’ del complemento. Ya en la definición en los penales, Boca Unidos se impuso por 8 a 7 gracias a las cosechas de Schweizer, Martínez, Braure, Espíndola, Barrios, Chamorro, Falcón y Juanchi González, mientras que el disparo de Esteche fue contenido por Corradini. En el Albo firmaron en la red: Ferrándiz, Rolón Segovia, Romero, Corradini, Monzón, Herrera y Lagraña. Falló Barrios Alfonso con un disparo al palo, mientras que Valenzuela no pudo quebrar al arquero Martínez.
Los primeros minutos de juego sirvieron para que los equipos se acomoden en el campo con posturas muy distintas.
Por un lado estaba Mandiyú, que hacía todo muy lento en cada jugada a favor, mientras que Boca Unidos sabía que el tiempo era otro rival a vencer sabiendo el resultado de ida.
Recién a los 22 minutos llegó la primera chance de gol: Leonel Niz capturó un rebote tras un tiro de esquina, ensayó un remate en el borde de la media luna, pero un manotazo de Corradini (a mano cambiada) detuvo una clara situación de gol para el Aurirrojo.
A esa altura de la tarde el partido nunca tomó vuelo porque Mandiyú estuvo lejos de ser el de hace una semana: un equipo aguerrido, punzante, con buen pie en el medio y muy mezquino al momento de atacar.
Sin embargo, el equipo de Centurión se mantuvo muy firme en defensa como si no hubiese sentido la ausencia de Facundo Sosa, quien fue expulsado en el primer choque. Y por el otro lado estaba un Boca con muchas dudas, tratando de hacer pie en el partido.
Sobre el final, a los 41, el boquense dejó pasar una increíble chance a su favor: Villan -tras un robo en el mediocampo- comandó la ofensiva y cuando tenía para el remate cruzado prefirió asistir a un Esteche, que no pudo detener el pase, se le fue larga, y Corradini se repuso para meter el manotazo.
El inicio del complemento comenzó con emociones. A los 4, Boca ejecutó una pelota parada sobre el cuerpo de Corradini, que esta vez falló en el cálculo, y Ojeda conecta de cabeza pero sin dirección.
Un desconocido Mandiyú continuó muy mezquino, al punto que el delantero Lautaro Mendoza, uno de los héroes de la ida, recién apareció en escena cuando saco un centro que hizo una curva rara que casi se le cola a Martínez. De tanto ir y proponer, Boca pudo destrabar el partido: a los 12’, un perfecto tiro de esquina firmado por Esteche dio con la cabeza de Espíndola, que entró a todo motor en el corazón del área para darle de pleno, ante un mal cálculo de Corradini que quedó a mitad de camino.
Claramente que el gol abrió el partido y el DT Alfonso movió rápido el banco: mandó más peso en ofensiva con el ingreso del misionero Braure en lugar de Niz, de aceptable labor.
El partido comenzó a tomar color, pero debió ser detenido por el juez Federico Encina tras un incidente en la zona de plateas.
El rápido accionar de los efectivos policiales terminó con la pequeña gresca, que aparentemente se había iniciado luego de un grito desmedido. El partido siguió su rumbo normal, como si fuera de final con un Boca sumamente superior a su rival. Sin embargo, el ánimo caldeado parece que se pasaron al terrero de juego porque Nacho Méndez le fue muy fuerte a un defensor algodonero y se fue bien expulsado a los 24 minutos. Mandiyú, con el hombre de más, se acomodó en el campo, aunque estuvo lejos de inquietar a Fideo Martínez, que quizás sufrió cuando Ferrándiz le pegó desde fuera del área y el remate se fue apenas cerca. Y si algo más le faltaba al clásico, a los 33’, el recientemente ingresado Ramírez también dejó la planchita arriba para que Encina le muestre la cartulina roja. A falta de mucho por jugar, ambos estaban diez contra diez.
Sin embargo, minutos más tarde, el DT Centurión tuvo que lamentar otro cambio desafortunado: Giménez, que minutos antes había ingresado, metió fuerte sobre el cuerpo de Espínola y dejó al Albo con 9 jugadores.
Mientras luchaba contra el marcador y los minutos, Boca mandó todo al ataque y lo pudo empatar a falta de uno para el tiempo reglamentario. Otro centro brillante del iluminado Esteche fue interceptado por Braure, que ganó en las alturas para meter un temible cabezazo sobre Corradini para el 2 a 0, y destacar la locura en los simpatizantes aurirrojos.
No hubo tiempo para más, Boca Unidos se llevó un merecido premio porque siempre propuso mucho más que su rival para forzar la muerte súbita en los penales, donde lo pudo cerrar en una interminable serie por 8 a 7 y cerrar su clasificación a las semis.
Un párrafo aparte para el gran operativo de seguridad ya que no hubo que lamentar hechos de violencia entre ambas hinchadas, tanto fuera como dentro del estadio, más allá del inconveniente en el segundo tiempo que fue bien contenido por los efectivos.
Según pudo averiguar este medio, unos 80 efectivos de distintas fuerzas estuvieron resguardando el clásico correntino.