Dos años de prisión a enfermero, por la venta de vacunas contra la covid-19

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La condena está en suspenso, y la in­habilitación para ocupar cargos pú­blicos es de por vida. Una enfermera fue absuelta.

El juez de juicio, Ricardo Diego Carbajal, de Goya, que procesó al enfermero Gui­llermo Barrios por encon­trarlo autor responsable de los delitos de cohecho pasi­vo, por la venta de vacunas contra la covid-19 en el hos­pital San Roque de Esquina, lo condenó a la pena de dos años de prisión de ejecución condicional y la inhabilita­ción para ocupar cargos pú­blicos. 
El magistrado impuso la pena en los límites que re­quirió el fiscal Javier Mos­quera.

El cohecho es un delito que se traduce en una in­fracción contra la gestión administrativa por parte de un funcionario público, al dejarse llevar por móviles ajenos a su misión, en pro­vecho propio o de terceros.
En tanto, la enfermera Sara Gutiérrez fue absuelta, ya que la fiscalía no la acusó.

El hecho fue denunciado por la autoridades sanitarias el 6 de mayo del año 2021. Según señalaron los de­nunciantes, se había identi­ficado la ausencia de dosis que venían rotuladas con el nombre de cada beneficia­rio, y luego un comerciante de la ciudad las había com­prado.

El implicado había colo­cado una sola dosis y la se­gunda no, ya que no había, y el destinatario de la misma se había quejado al director del hospital porque no le co­locaban la segunda, termi­nando en un escándalo y la denuncia que determinó la investigación y, finalmente, la condena. 
La semana pasada se rea­lizaron las audiencias fija­das por el tribunal de juicio, donde comparecieron los 20 testigos. Ayer terminaron de dar los alegatos de las par­tes, y luego el juez Jorge Ca­rabajal dio el veredicto.

El escándalo estalló en mayo del año pasado, tras lo cual el Gobierno de la pro­vincia de Corrientes solicitó a la fiscalía de instrucción penal de la ciudad de Es­quina la apertura de una in­vestigación, por la presunta venta de vacunas anticovid por parte de personal del hospital San Roque. El fiscal Javier Mosquera ordenó una serie de allanamientos y dis­puso la detención de dos en­fermeros y un comerciante, presuntamente vinculados con el ofrecimiento de dosis del inyectable. 

La denuncia fue realizada por el director del hospital, Leandro Ramírez. A partir de ahí determinaron a tres personas imputadas, y que luego fueron acusadas. “En mayo se le otorgó el benefi­cio de la suspensión de jui­cio a prueba a uno de ellos, y el lunes 4 de julio comenzó la etapa de juicio oral res­pecto de los dos restantes, uno de ellos es nuestra de­fendida”, contó al respecto, a TN Esquina, Analía Bravo, abogada de Sara Gutiérrez, la enfermera acusada de la venta, que fue absuelta y quien ejercía el rol de jefa de vacunación.

La persona que está bene­ficiada con la suspensión del juicio a prueba es quien ha­bía comprado la vacuna, por alrededor de $9.000. “Eso es una propuesta que se le hace al tribunal, de dejar en sus­penso el proceso a cambio de cumplir determinadas conductas, por un plazo de tiempo, y cuando vence el plazo de tiempo, es como si no hubiese existido imputa­ción”, resaltó.