Integrantes de Juntos por el Cambio pidieron el cese de las peleas internas y poner todo el esfuerzo en resolver problemas de los argentinos.
Integrantes de Juntos por el Cambio pidieron ayer domingo al presidente Alberto Fernández “responsabilidad institucional y seriedad democrática” tras la renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán.
“Exigimos al Frente de Todos la máxima responsabilidad institucional y seriedad democrática, el cese de las peleas internas y poner todo el esfuerzo en resolver los problemas de los argentinos”, sostuvo el texto difundido por los principales dirigentes de esa coalición opositora.
Asimismo, el senador Luis Juez, en diálogo con LN+ propuso: “Le diría a Cristina (Kirchner) y Alberto (Fernández) que resuelvan sus problemas internos, y una vez que lo hagan. Saben que nuestro bloque parlamentario tiene la mayor predisposición para sacar al país adelante y a la gente de la incertidumbre”.
En otro de los pasajes del comunicado, la oposición describió: “El país y los argentinos, en especial las clases media y baja, están sometidos a un creciente deterioro económico y social por causa de las disputas internas del oficialismo, la inflación en aumento, la falta de insumos y combustibles que afectan a la producción en todo en todas la regiones, la inseguridad creciente y la tragedia educativa, entre otros problemas urgentes que requieren de un plan y decisión que hasta el momento el oficialismo no tuvo”.
Y agregó: “A todo esto se suma la renuncia del ministro Martín Guzmán y la ausencia total de dirección económico”.
Además, tras la serie de renuncias de funcionarios oficialistas, entre ellos Martín Guzmán y Matías Kulfas, desde la principal coalición opositora propusieron “llevar incertidumbre y construir un piso de confianza” de cara a la sociedad, al tiempo que definieron que “la lucha abierta no hace más que aumentar la angustia social” de niveles altos.
“Son tiempos de templanza que todas las fuerzas políticas, sociales y económicas del país”, indicaron.
Por último, las autoridades de la oposición resaltaron: “Ante la disgregación y atomización del Gobierno nacional, desde Juntos por el Cambio reafirmamos la consistencia y unidad a través de nuestros bloques legislativos y el trabajo de los equipos técnicos para planificar políticas alternativas que devuelvan al país a una senda de estabilidad y progreso”.
Junto con Guzmán, dimitieron todos los secretarios de Estado que le respondían directamente.
ALBERTO FERNÁNDEZ SALUDA A GUZMÁN TRAS UNA CONFERENCIA.
Con la renuncia, se profundiza la falta de apoyos de Fernández.
La interna del Frente de Todos logró el punto máximo de temperatura con la formalización de la sorpresiva renuncia de ministro de Economía Martín Guzmán, vía redes sociales, mientras Cristina Kirchner desarrollaba su discurso Guzmán era de los pocos hombres que le quedaban al presidente Alberto Fernández en el Gabinete que Cristina, a través de lo que definió como una “acción generosa”, le otorgó “la libertad” de definir. Los rumores de renuncia resonaron con fuerza en la semana, y a pesar de que el aquel entonces ministro se encargó de desestimarlos y de reafirmarse en el cargo, bastaron algunos días para la oficialización, por medios de la presentación de una carta, que hizo pública en sus redes sociales, en la que detalló los movimientos de la cartera que supo conducir y concretó su paso al costado. A diferencia del portazo del ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, otro de los nombres de la lista de cercanos del mandatario, que debió dar un paso al costado tras las críticas de la vicepresidenta, Guzmán, fiel a su estilo, lo hizo mediante una carta de siete páginas en la que deja entrever la necesidad de consensuar posiciones con el kirchnerismo, sector que enfrenta al jefe de Estado.
Los motivos difieren, y la comunicación oficial escasea, pero hay algo que es claro: el apadrinado por Joseph Stiglitz se cansó de las presiones de la vice y de sus funcionarios que contribuyeron a limitar sus decisiones anunciadas, como la negociación por la refinanciación de la deuda con el FMI, la segmentación de tarifas, y una larga lista. El jefe de Estado se enteró de la renuncia de su ministro en horas del mediodía cuando el entonces funcionario nacional lo llamó por teléfono para transmitirle su decisión. En ese momento, Alberto Fernández se encontraba en un almuerzo familiar junto a su pareja Fabiola Yañez cuando el llamado lo sorprendió con una noticia que lamentó profundamente. Ya sin Kulfas, que hizo pública una misiva en la que cuestionó con dureza a la fuerza que responde a la vicepresidenta, y a quienes acusó de beneficiarse con las licitaciones de la obra de gasoducto Néstor Kirchner, y sin Guzmán, el arquitecto del acuerdo con el FMI, la vicepresidenta conquistó lo que buscaba, deshacerse del equipo económico diseñado por el mandatario. Con los cañones apuntando a Claudio Moroni, ministro de Trabajo, el último de “los funcionarios que no funciona”, Alberto Fernández perdió el poco apoyo con el que contaba dentro de su propio gobierno.