El monto de la prestación será de $18.000, a realizarse en dos pagos: uno de $9.000 en mayo y otro de una cifra igual en junio.
LA DEMANDA HIZO COLAPSAR LA RED Y HUBO DEMORAS PARA ACCEDER A LA INSCRIPCIÓN.
Luego del anuncio presidencial de una nueva ayuda económica para tres grupos en situación de vulnerabilidad en la Argentina, la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) activó desde ayer la inscripción para los postulantes, ya que sólo estaba habilitada la opción para actualizar los datos personales y de contacto en la página oficial.
En este contexto, en las primeras horas de ayer el sistema estuvo colapsado ante la demanda de ingresos para poder acceder a la inscripción online para cobrar el IFE 4. En esta línea, ayer el Gobierno estableció oficialmente las condiciones para acceder al “refuerzo de ingresos” por $18.000, a través del cual busca “reforzar la protección económica y social de los sectores más vulnerables”. A través del Decreto 216/2022, publicado en el Boletín Oficial, se formalizó el alcance nacional de ese beneficio, al que se definió como “una prestación monetaria no contributiva de carácter excepcional destinada a compensar la pérdida del poder adquisitivo de personas sin ingresos formales y/o en situación de vulnerabilidad socioeconómica, particularmente afectadas por la situación de aceleración del nivel general de precios”.
Según lo dispuesto, el monto de la prestación será de $18.000 a realizarse en dos pagos: uno de $9.000 en mayo y otro de una cifra igual en junio.
El “refuerzo de ingresos” será otorgado a los trabajadores que perciban ingresos por el desarrollo de actividades laborales informales y no registradas y no superen el valor equivalente a dos Salarios Mínimo Vital y Móvil. Personas que se encuentren en situación de desempleo. Trabajadores con contratos de relación de dependencia registrados durante el período de reserva de puestos, a excepción de los trabajadores del sector público nacional, provincial, municipal y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Monotributistas inscriptos en las categorías A y B y monotributistas sociales. Y trabajadores de casas particulares.
Asimismo, las personas de entre 18 y 24 años de edad inclusive, podrán acceder al cobro de este beneficio cuando el control de ingresos de su grupo familiar no supere el valor equivalente de tres Salarios Mínimo Vital y Móvil, en las condiciones que establezca la reglamentación pertinente.
El Gobierno aclaró que el “refuerzo de ingresos” deberá solicitarse ante la Anses, conforme al procedimiento que esta determine a tales efectos, al tiempo que los datos consignados en la solicitud tendrán carácter de declaración jurada por parte de la persona solicitante.
Ese organismo, previo al otorgamiento de la prestación, “realizará evaluaciones socioeconómicas y patrimoniales sobre la base de criterios objetivos que establezcan” los ministerios de Economía y de Trabajo, dispuso el decreto.
Por otra parte, las personas que perciban la asignación dineraria no podrán acceder al mercado de cambios a los fines de la obtención de divisas por el plazo de seis meses desde que se haya hecho efectiva la percepción de la asignación.s
DEMORAS PARA LA INSCRIPCIÓN
Complicaciones y colapso de la web de la Anses
Desde el anuncio del bono de los $18.000 para trabajadores informales, monotributistas A y B, como también para los jubilados y pensionados, la cantidad de ingresos a la página web de la Anses creció de manera notoria, generando varias complicaciones a los usuarios.
Por momentos, el sitio web directamente informa que no es posible ingresar y que debe hacerse un nuevo intento más tarde.
En el mejor de los casos, la página deriva a la persona a una sala de espera virtual. En los últimos días proliferaron las quejas en este sentido, ya que la espera se hace muy extensa, sobre todo en los horarios de mayor tráfico en línea.
En la sala de espera, la página indica el turno en el que el usuario se encuentra para ingresar a la sección “Mi Anses”. En ciertos casos, el número de orden llegó a ser de más de 1.000.000, algo que generó malestar e incluso hasta algunos chistes irónicos sobre las demoras.