Son productos básicos de almacén, lácteos, higiene y limpieza. Además se dará inicio a cortes cuidados, que estará vigente durante todo el año.
La Secretaría de Comercio Interior renovará el próximo 7 de abril el programa +Precios Cuidados, que incorporará la canasta de 60 productos para comercios de proximidad, y dará inicio a una nueva etapa de Cortes Cuidados.
El programa +Precios Cuidados con 1.321 productos se lanzó en enero con una pauta de aumento promedio mensual de hasta 2% y revisión trimestral, por lo que este jueves deberá renovarse.
En la lista acordada con unas 150 empresas, se destaca una amplia gama de productos esenciales para las compras y los consumos de todos los días como 45 variedades de leche (larga vida, infantiles, saborizadas, fluidas y en polvo), 22 presentaciones de yerbas, 6 panificados de molde, 24 tipos y tamaños de pañales descartables y 33 variedades de paquetes de pasta seca, entre otros artículos de primera necesidad.
En esta nueva etapa, se incorporarán los 60 productos que componen la canasta del programa +Precios Cuidados en comercios de proximidad, con productos básicos de almacén, lácteos, higiene y limpieza.
“El 60% del consumo de alimentos envasados es a través de comercios de proximidad; varias veces intentamos armar una canasta; el problema es el control pero también el margen del comercio, el autoempleo e informalidad”, explicó el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, al lanzar la canasta.
CORTES CUIDADOS
En tanto, Cortes Cuidados estará vigente durante todo 2022 en más de 1.000 bocas de expendio de las grandes cadenas de supermercados con siete cortes, y la primera etapa del programa se extiende hasta el 7 de abril próximo, cuando se analizarán las condiciones de prórroga para el resto del año.
En la primera etapa, el valor por kilo de corte es de $699 la tira de asado; $749 el vacío; $779 el matambre; $449 la falda; $639 la tapa de asado; $799 la nalga y $649 la paleta.
Los consumidores pueden comprar los cortes en más de 1.000 bocas de expendio que incluyen las grandes cadenas de supermercados Coto, Jumbo, Vea, Disco, Carrefour, Walmart, Changomas, La Anónima y Día%; así como las cadenas mayoristas Vital y Makro y carnicerías adheridas a Unica y ABC.
Por otra parte, Feletti tiene otro objetivo de articular la implementación en el corto plazo de una canasta regulada de frutas y verduras. La idea que impulsa Comercio Interior es que la canasta llegue en una primera instancia a toda el Área Metropolitana de Buenos Aires, para luego expandirse.
Pan subsidiado por 90 días
Asimismo, se firmó un acuerdo con representantes del sector panadero con base en el cual reconocen como precio de referencia para el kilo de pan francés el rango comprendido entre $220 y $270 en todo el territorio nacional, por un plazo de 90 días.
Los valores de referencia entrarán en vigencia a partir de la puesta en funcionamiento del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino, el mecanismo de compensación mediante el cual el Gobierno nacional garantiza el desacople del precio local de la tonelada de este cereal de los precios internacionales por el conflicto bélico entre Ucrania y la Federación Rusa.
Se va a fijar el precio de la tonelada de trigo a $25.000, que es el precio que había en febrero; con lo cual, la bolsa de harina 000 va a estar en $1.150 y la 0000 en $1.380″.
El Gobierno vuelve a reunir a sindicalistas y empresarios
En el marco de una batalla por ahora sin efectos contra la inflación, el Gobierno volverá a reunir esta semana a los representantes de la Confederación General del Trabajo (CGT) y de la Unión Industrial Argentina (UIA). El encuentro anticipa una pulseada entre los gremios y el empresariado por un bono para los trabajadores privados, mientras se estima un dato de inflación del 6% para marzo.
El jueves pasado, sin previo aviso y tras una semana de incertidumbre, Gobierno, la CGT y la UIA acordaron finalmente “institucionalizar” una mesa tripartita de trabajo. De la reunión participaron los ministros de Economía, Trabajo y Desarrollo Productivo, Martín Guzmán, Claudio Moroni y Matías Kulfas, respectivamente.
Por el lado empresarial estuvieron el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja; el secretario de la entidad, Miguel Ángel Rodríguez; y el director Ejecutivo, Diego Coatz; mientras que en representación del sector sindical asistieron dos de los tres secretarios generales de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña, y el secretario general adjunto de la central obrera, Andrés Rodríguez.
Con el objetivo de avanzar en “medidas y coordinar acciones que permitan enfrentar de manera más efectiva el problema de la inflación, en particular en lo atinente al acceso a los bienes y servicios básicos”, empresarios, gremialistas y funcionarios acordaron volver a reunirse este martes 5 de abril. Y la mesa podría ampliarse próximamente, incorporando a sectores del comercio, la construcción, el agro y la economía del conocimiento.
El mismo jueves de la última reunión, el Gobierno había confirmado temprano que la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) pagará en abril un bono para jubilados que cobren el haber mínimo. El pago, extraordinario, sería de $6.000. El anuncio le abrió la puerta a un reclamo.
Desde el sector sindical presionan ahora para discutir sobre la mesa tripartita la posibilidad de que las empresas afronten un bono a los empleados privados de similares características al que cobrarán los jubilados. El mismo reclamo iría para los empleados públicos: Andrés Rodríguez, que forma parte de la mesa, es además el secretario General del sindicato de estatales, Upcn.
La idea no tendría buena recepción, sin embargo, en el sector empresario, donde reclaman, en cambio, que se analice el eslabón “impositivo” de los precios, sobre todo en los alimentos, y buscar medidas que impliquen rebajas al menos para los salarios de menores ingresos, como por ejemplo la posibilidad de reducir el IVA para un grupo de productos clave.
Un bono buscaría mitigar el impacto de la suba de precios.
En los últimos días, tanto el ministro de Trabajo, Moroni, como el de Desarrollo Productivo, Kulfas, buscaron bajarle la expectativa a la posibilidad de un bono -aunque sin descartarlo de plano- mientras las paritarias vayan más o menos en línea con la inflación.