El documento presentado por el staff del organismo muestra que seran 10 revisiones trimestrales, y cada una de ellas destrabará el ingreso de fondos.
Con la aprobación del directorio del FMI, el último viernes llegaron a la Argentina 7.000 millones en derechos especiales de giro (DEG, la moneda del organismo), equivalentes a US$9.656 millones. De allí se descontó el pago que vencía esta semana por algo menos de US$2.800 millones.
En total, el acuerdo plantea que la Argentina reciba 31.914 millones en DEG, que actualmente significan más de US$44.000 millones. Ese monto se utilizará, a la vez, para repagar los vencimientos pendientes, según el cronograma establecido en el acuerdo stand-by firmado en 2018.
Según el reporte del staff del FMI, los próximos desembolsos estarán sujetos a los números de la economía que vaya mostrando el Gobierno a los técnicos del organismo. Para eso, el FMI hará evaluaciones a los datos del trimestre previo -en las que no descarta “recalibrar” algunas metas-, luego de las cuales llegarán los desembolsos.
EL CRONOGRAMA COMPLETO
De acuerdo con la documentación difundida por el organismo que conduce Kristalina Georgieva, el calendario de desembolsos queda de la siguiente manera: la aprobación del acuerdo ya se tradujo en la llegada de 7.000 millones de DEG, equivalentes a US$9.656 millones. Con eso se cancelaron los vencimientos de marzo.
El 10 de junio de 2022 el FMI revisará los números del primer trimestre de este año y luego enviará 3.000 millones de DEG, es decir, US$4.138 millones.
Para el 10 de septiembre de este año está prevista la segunda revisión. Luego de ella la Argentina recibirá 4.500 millones de DEG o US$6.200 millones.
La tercera revisión de variables económicas tendrá lugar el próximo 10 de diciembre y destrabará la llegada de otros US$6.200 millones.
La cuarta revisión -sobre los datos cerrados de este año- está prevista para el 10 de marzo de 2023. Una vez superada, el FMI enviará 4.000 millones de DEG o US$5.518 millones.
El 10 de junio de 2023 está prevista la quinta revisión trimestral, que disparará el ingreso al país de 3.000 millones en DEG o US$4.138 millones.
La siguiente auditoría se hará el 10 de septiembre del año que viene y significará el ingreso de 2.500 millones de DEG o US$3.449 millones.
El 10 de diciembre de 2023 está fijada la séptima revisión trimestral, que habilitará a la Argentina a recibir otros US$3.449 millones.
Para el 10 de marzo de 2024 se espera la revisión del FMI sobre los números cerrados de 2024. Esa auditoría disparará el ingreso de 800 millones de DEG o US$1.100 millones.
La novena revisión está prevista para el 10 de junio de 2024, y gatillará la llegada de otros US$1.100 millones.
El 1 de septiembre de 2024, en tanto, el FMI concluirá sus auditorías sobre la economía argentina y enviará los últimos 814 millones en DEG, equivalentes a US$1.120 millones.
Por otro lado, los vencimientos del total de la deuda en moneda extranjera con acreedores privados, a partir de 2024, son muy abultados, y para afrontarlos requieren un sostenido crecimiento económico, un superávit cambiario elevado y el acceso a los mercados internacionales para refinanciar una parte sustancial de esos vencimientos.
Para este año se prevé que las reservas del Banco Central aumenten, en el mejor de los casos, por la mayor deuda con el FMI, pero habría un menor superávit comercial que en 2021, porque el encarecimiento de la energía superaría los mejores precios de exportación de las materias primas.
Mientras tanto, habrá que pagar regularmente los intereses al FMI, que suben de US$1.044 millones en 2023 a US$1.533 millones en 2024, US$1.636 millones en 2025 y US$1.633 millones en 2026, que empezarían a descender a partir de 2027, siempre y cuando la Argentina pague los nuevos vencimientos con el organismo internacional.s
La deuda pública externa continúa siendo una pesada carga presente y futura, por lo menos por otros 10 años.
PESE AL ACUERDO CON EL FMI, LOS VENCIMIENTOS SIGUEN SIENDO UNA CARGA PARA LOS PRÓXIMOS DIEZ AÑOS.
“El acuerdo con el FMI le permitirá seguir creciendo a la Argentina”
El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, sostuvo que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “no estrangulará a la Argentina y le permitirá seguir creciendo”.
En un reportaje publicado por el diario Perfil, destacó el crecimiento registrado en 2021 de la economía argentina, al subrayar que “no se ven tasas de crecimiento del 10% muy a menudo”.
“Todo lo que hizo el Gobierno fue tener las políticas correctas, y es difícil aún teniendo las políticas correctas obtener los resultados del 10%, sigo pensando que es algo para comentar”, acotó el economista estadounidense.
Sobre el aval del directorio del FMI al entendimiento, dijo: “Creo que lo entendieron, que la Argentina siguiera creciendo era el primer imperativo: si Argentina no crece, la pobreza aumenta, la capacidad de pago a los acreedores se vería afectada, la confianza en las instituciones internacionales se vería afectada. Fue muy importante que se dieran cuenta de que necesitaban un programa que sostuviera el crecimiento, y con eso se mantuviera la sostenibilidad de la deuda”.
Agregó que se trata “al menos de un paso en la dirección correcta: el reconocimiento de que la austeridad no va a permitir que un país pague lo que debe”.
“Espero que este sea el comienzo de una nueva era, aunque estas son organizaciones grandes con muchas partes interesadas, habrá muchos empujones”, enfatizó.
“El programa con Argentina hace unos años, bajo el gobierno de (Mauricio) Macri, no funcionó, y esta larga historia de programas fallidos es lo que ha llevado a la gente a pensar que tenemos que intentarlo de otra manera, tenemos que probar otro conjunto de políticas”, dijo el premio Nobel de Economía de 2001.
En otro tramo del reportaje, consideró que “deberían derogarse” los sobrecargos en las tasas de intereses en los programas de refinanciamientos del organismo.
“Hay mucha discusión sobre los mismos; he escrito un artículo argumentando que en realidad son malos, porque una cuestión de política económica no puede justificarse”, señaló.
Destacó, además, que “la Argentina negoció con éxito una importante reestructuración de la deuda con los acreedores privados”, y sostuvo que “el caso es especial porque el préstamo fue tan grande, el más grande en la historia del FMI, y tan defectuoso, que en cierto sentido es sui géneris”.