El presidente en un acto institucional en el Ministerio de Ciencia. La Cámpora movilizó a cientos de miles de personas a la Plaza de Mayo.
El 46º aniversario del golpe de Estado cívico – militar de 1976 encontró al Gobierno nacional y al principal frente oficialista dividido, con actos y marchas por separado. El presidente Alberto Fernández tuvo un acto propio en el que aseguró que en esta fecha “es cuando más unidos estamos”. La vicepresidenta Cristina Kirchner dedicó un video a una escuela de General Rodríguez que cambió su nombre al de una docente desaparecida, mientras La Cámpora, con Máximo Kirchner al frente marchó hasta la Plaza de Mayo.
Los organismos de Derechos Humanos se congregaron desde las 14 en avenida de Mayo y 9 de Julio. Hasta allí llegaron las columnas de Abuelas de Plaza de Mayo; Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas; H.I.J.O.S. Capital; el Cels; la Apdh, la Asociación Buena Memoria, Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte; Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz; Fundación Memoria Histórica y Social Argentina; Liga Argentina por los Derechos Humanos y el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.
Mientras, desde Madres de Plaza de Mayo, la organización encabezada por Hebe de Bonafini, se entregó un pañuelo a la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, la máxima distinción de las representantes de los derechos humanos. Luego se dirigieron hacia la plaza con la consigna que marcó las diferencias con Alberto Fernández: “Con el FMI en el país, morirán más niñxs de hambre”.
Luego se sumaron las organizaciones sociales Somos Barrios de Pie y Movimiento Evita.
“Claramente es una demostración de fuerza”. Con esa frase, un referente del kirchnerismo que caminaba junto a Máximo Kirchner resumió el espíritu de la masiva marcha de La Cámpora y varios sectores del PJ bonaerense que se desplazaron desde la mañana hacia la ex Esma, rumbo a la Plaza de Mayo, en homenaje al Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia. En el epicentro de la movilización, el hijo de Cristina Kirchner y el resto de la cúpula camporista, con intendentes, senadores y legisladores recorrieron la ciudad sonrientes, entre vitoreos de la multitud que los seguía por los flancos.
En paralelo, el presidente Alberto Fernández encabezó, por la mañana, un acto por el mismo motivo, en el Ministerio de Ciencia y Tecnología, junto a Daniel Filmus. Desde la semana pasada meditaba qué hacer ante la demostración de poder de La Cámpora, en pleno enfrentamiento político con Cristina Kirchner a raíz de las diferencias por el acuerdo con el FMI y las medidas económicas. Finalmente resolvió hacer su propia actividad, con tono institucional, sin liturgia, y sin alusiones a la interna, en contraste con la rimbombante manifestación callejera que sacudió desde temprano la tranquilidad del feriado en los barrios del norte de Buenos Aires.
Cristina Kirchner, por su parte, en lugar de convocar a la marcha tradicional de las organizaciones de DD.HH., en su Twitter llamó a sumarse a las columnas de la organización que comandaba su hijo, en una clara señal sobre su posicionamiento en el tensionado Frente de Todos. “En otro aniversario del 24 de marzo, miles de compañeros y compañeras ya marchan desde la ex Esma a Plaza de Mayo para volver a abrazarse con Madres y Abuelas. Todos y todas por Memoria, Verdad y Justicia”, dijo.
Por la tarde, el mandatario regresó a Olivos. Pero todos los ministros y secretarios de su Gabinete y los movimientos sociales afines, decidieron sumarse a la movilización que se hace todos los años en la Plaza de Mayo, organizada por las organizaciones de Derechos Humanos, afines, o no a La Cámpora.
De manera pacífica -sólo hubo algunos incidentes aislados- escucharon el mensaje que, como cada 24 de marzo, brindaron los referentes de derechos humanos desde el escenario montado frente a la Casa Rosada. No estaba planeado que Kirchner subiera y tomara el micrófono.
El que también apuntó al Presidente fue el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense y referente de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, al recordar que “fue jefe de campaña de un espacio que sacó 4 puntos en la Provincia”, en referencia a las elecciones de 2017 cuando trabajó en la candidatura de Florencio Randazzo. Por otro lado, respondió a los dirigentes que pidieron al kirchnerismo que se vayan de la coalición gobernante, ante el desacuerdo por la negociación del FMI, y expresó: “No nos podemos ir de algo que nosotros gestamos”.
Como se preveía, la conmemoración del terrorismo de Estado, en un contexto convulsionado para el oficialismo, mostró una grieta desde el terreno simbólico, en la calle. A pesar del pedido de algunas organizaciones de Derechos Humanos para que no se “politizara” la marcha, desde la mañana ocurrió todo lo contrario, y la recordación se transformó en la evidencia más cabal, hoy, de las diferencias de la coalición de gobierno, hasta ahora aparentemente insalvables.