El oficialismo se encamina a dar media sanción al acuerdo con el FMI

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Después de días de dis­cusiones con muchos idas y vueltas, la Cámara de Di­putados sesionaba -al cierre de esta edición- en torno al proyecto de ley que ratifica el acuerdo con el Fondo Mo­netario Internacional (FMI) para refinanciar los plazos de la deuda contraída du­rante el gobierno de Mauri­cio Macri.

Con un quórum de 129 diputados presentes, el pre­sidente de la Cámara de Di­putados, Sergio Massa, dio inicio al debate a las 14.30 y se descuenta que pasada la medianoche la iniciati­va obtenga media sanción, ya que el miércoles por la noche el Frente de Todos y Juntos por el Cambio al­canzaron un acuerdo para avanzar con un dictamen unificado.

A pesar de encontrarse en el Congreso, el diputado y líder de La Cámpora, Máxi­mo Kirchner, quien sema­nas atrás en una explosiva carta pública blanqueó sus diferencias con el acuerdo con el Fondo, brilla por su ausencia: no bajó al recinto.

Sí lo hicieron sus com­pañeros de banca de La Cámpora como la secretaria del bloque, Paula Penacca, Gabriela Estévez, Florencia Lampreabe, Cristina Brítez, Marcos Cleri y Rodolfo Tail­hade, entre otros.

El voto de los diputados de La Cámpora era una de las grandes incógnitas.

Al introducir el debate, el miembro informante del oficialismo y presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller, señaló que a partir del en­deudamiento que Mauricio Macri contrajo en 2018, el Gobierno “recibió una au­téntica bomba de tiempo” y que ahora “se trata de en­contrar la mejor salida”.

Si bien el diputado ofi­cialista admitió que “no hay nada que festejar” por el hecho de tener al FMI en el país, y aclarar que no cree que ahora el organismo de crédito “se haya vuelto más bueno”, sostuvo que el acuerdo es necesario por­que “un default sería mu­chísimo más grave” para la economía argentina.

“Hemos dicho una y otra vez que no tenemos mo­tivos para festejar, pero sí tenemos motivos para valo­rar que se esté logrando re­financiar los compromisos que contenían el anterior programa, concentrados en los años 2022 y 2023 sin poner en riesgo la recupe­ración de la economía, las políticas de crecimiento y desarrollo, evitando tener que caer en un acuerdo que contenga las tradicionales políticas de ajuste y refor­mas que caracterizan y han caracterizado la historia de todos los acuerdos que Argentina ha firmado con este organismo, que quitan derechos laborales, previ­sionales y que tanto daño le han hecho a nuestro país y los ciudadanos”, argumen­tó.

En ese sentido, el dipu­tado destacó que con este acuerdo “no se respetan los típicos aspectos de la orto­doxia que han prevalecido a través de la historia” del FMI en la Argentina.

La sesión avanzaba sin sobresaltos y se encamina a una media sanción con apo­yo opositor. Entre los dipu­tados del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio la única duda era cómo iban a votar Máximo Kirchner y los diputados de La Cámpo­ra. Ni siquiera los referentes están al tanto de qué hará el hijo de la vicepresidenta.