El Senador provincial y titular del Comité Iberá, se refirió al escenario local ante los incendios. Resaltó el trabajo articulado que se terminó logrando con Nación, aunque lamentó el accionar de algunos funcionarios. Advirtió que este tipo de situaciones se vieron en diferentes partes del mundo y del país en los últimos años, asegurando que se trata de una muestra cabal del cambio climático.
El senador provincial de la UCR, Sergio Flinta, conversó con el programa Equipo de Noticias. Allí, pudo analizar la situación frente a los incendios.
El diálogo se dio de la siguiente manera:
Situación dramática ¿Qué información tiene de la zona de esteros?
-Sí, realmente la situación es dramática en toda la provincia, no solamente en el Iberá, área con un total de 700 mil hectáreas. Ha sido invadido por el fuego de manera intensiva y extensiva. Generándose distintos focos que se han difundido de manera acelerada, permanente, continúa. Están generando un daño ambiental enorme.
¿Tiene estimación del daño ambiental que esto está generando?
-El daño ambiental no se puede mensurar todavía. Hay muerte de fauna autóctona, por la acción directa del fuego y otras por la destrucción de su ambiente. Otras consecuencias inmediatas van a pasar al transcurrir el tiempo, hasta que se restablezca el medio ambiente para que la fauna pueda vivir en su plenitud. Es importante hacer hincapié en los daños a nivel productivo, la quema de bosques implantados, tanto de pino, como eucaliptus. Todo eso genera un combo de un daño enorme en algunos casos, de manera irreparable.
¿Cómo califica la asistencia del Gobierno nacional? Ahora vemos un trabajo más coordinado, pero al comienzo hubo unos tironeos.
-El Gobierno nacional tuvo, como le es propio, distintas actitudes y facetas. No es la misma la que tuvo Julián Domínguez desde el principio, asistiendo en conferencia al Gobernador de la Provincia en Casa de Gobierno, firmando convenios, trayendo dinero para apoyo de los productores, a lo que hizo Cabandié, que se puso a discutir con el Gobernador si le habían pedido o no ayuda. Quedó claro que se había pedido, en febrero del año pasado, y en enero de este año. Lo que hay que poner en contexto y tiene que ver con que Corrientes está haciendo azotada por la inclemencia en sus temperaturas y en sus regímenes pluviométricos. Se visualizaba que se iba afectar su medio ambiente convirtiendo a la provincia, como si estuviera regada por un fluido inflamable, que son las pasturas y los bosques en estado lamentable. De todas maneras, eso ha quedado atrás. Se está trabajando plenamente y de manera coordinada. Hay que resaltar la presencia de bomberos y brigadistas de Jujuy, Salta, Mendoza, San Juan, Santiago del Estero, de Buenos Aires, del mismo gobernador Kicillof. Él se comunicó con el Gobernador y le confirmó la presencia de bomberos de La Matanza y otras localidades. Está presente Berni y se está trabajando en acuerdo con nuestros bomberos, brigadistas, guardaparques, con los intendentes y con toda la dotación de aporte del plan nacional para combatir el fuego.
Las vicisitudes políticas han quedado atrás. Creo que Cabandié se equivocó, no dimensionó el problema, la situación por desconocimiento o lo que sea, pero hoy ya se está trabajando y avanzando. La dimensión del problema, indudablemente que deja a las claras que, aun trabajando todos juntos, hay lugares que son imparables.
Si hacemos memoria, en Estados Unidos, en California, se quemaron 3 millones de hectáreas; en Australia, también; en el Amazonas. Cuando esto se desata y hay un factor predisponente que es la sequía prolongada, los vientos y las altísimas temperaturas que tuvimos en enero, es un factor realmente explosivo y es lo que se ha dado en Corrientes.
¿Qué información tienen, por ejemplo, en el monitoreo satelital de los yaguaretés, que son una especie muy preciada?
-El portal Carambola, que fue unos de los primeros que tomó fuego, con los de Cambyretá, se han podido salvar los osos hormigueros que estaban en los corrales de presuelta. Los que ya fueron liberados, como los picaríes se entiende que están sanos y salvos, porque ahí se pudo preservar la zona de camping, muelles, refugio y tránsito, con un trabajo mancomunado. En el portal San Nicolás, que ha sido la destrucción absoluta de los pastizales y campos, se entiende que se está esperando ver la fauna relocalizada, la cual está dada por los ciervos de los pantanos, pecaríes del collar y osos hormigueros. En el portal nuevo, Yerbalito, que se lo considera como el último parche del bosque Paranaense que viene de Misiones con un ecosistema extraordinario, se han podido salvar los gaucamayos rojos, los pecaríes de collar y otros. En este momento hay un foco de incendio muy importante, que viene de Oeste a Este y que es el mismo que comenzó en Yahaveré hace casi un mes, que ha recorrido paralelamente el Iberá y que ahora ha cruzado hacia la isla de San Alonso. Hace un mes se inició en Concepción, que tomó todo el portal Carambola, luego recorrió de manera paralela al arroyo Carambolita, entró por el paraje Pajaroretá, hacia Tranquerita, ahí tomo todo lo que es el portal San Nicolás y campos privados. Se salvaron forestaciones importantes porque tomaron el recaudo de hacer contrafuegos y ese mismo fuego entró en paralelo al paraje Guayaibí. De ahí cruzó hacia la isla de San Alonso, que hoy ya están ganando el pastizal. Ahí hay yaguaretés, nutrias gigantes, en estado de cautiverio en todo el proceso de reproducción previa. Realmente estamos muy preocupados.
En estos dos años venimos con un déficit hídrico muy importante.
-Pero, además, el fuego es parado por el agua. Hoy el agua se secó. El embalsado, que es una formación de fango, raíces y pasto que flota, se secó y el fuego va caminando y cruzando esteros. En la zona de San Antonio, que es Loreto, entró un fuego que comenzó en Cambyretá 15 días antes y que está entrando en San Alonso, zona de Concepción. Recorrió en paralelo todo Carambola.
¿Y no se podía haber evitado?
-No, porque son frentes anchísimos. Hoy el frente de San Alonso tiene 7 mil metros ¿Cómo combatís eso? Cuando se incendió Carambola, lo que pudieron hacer los brigadistas fue proteger la infraestructura turística que hay en el lugar y dejar pasar el fuego porque realmente es imposible.
¿Y si había aviones?
-No. El avión es relativo. Hasta me decían los guardaparques que no vengan más los aviones, porque tiraban el agua y desparramaban el fuego. De todas maneras, en algunos lugares, es efectivo. La táctica es proteger propiedades, casas, escuelas, dependencias sanitarias, cascos de estancias, pero el fuego es imparable.
¿Cuánto sirvió como antecedente lo que pasó en Pantanal?
-El antecedente que tenemos de Pantanal y, además, la zona boscosa de Amazonas es que la naturaleza se repone. Si las condiciones vuelven a ser las mismas que siempre fueron, nuestro Iberá va a renacer. Ya estamos trabajando en ese proyecto con el Comité Iberá, para plantear el renacer Iberá (ver página 8). Por supuesto que habrá especies que van a menguar en su número, pero se van a reponer, porque la naturaleza es sabia. Está sucediendo algo, esto es inédito en Corrientes. El año pasado se quemó el Norte de Córdoba, las islas del Delta, ahora se quema la provincia de Corrientes. El año pasado se quemaron 3 millones de hectáreas en California, en Australia, en el parque nacional Nahuel Huapi. Son todas áreas naturales protegidas. Pero están sucediendo cosas que antes no. Eso es lo que se llama, precisamente, cambio climático. Se dan situaciones meteorológicas extremas. Siempre tuvimos temperaturas de 40 a 42 grados, pero nunca posterior a una sequía de dos años. Y eso ocurre en distintas partes del mundo, como ocurrió el año pasado también en el Amazonas. Acá se está generando un paradigma distinto y eso es lo que sucedió en Corrientes.
El sector que más va a sufrir a futuro, es el sector productivo de la provincia.
-El sector productivo, tanto el ganadero, que imagínate que en marzo o febrero comienza normalmente el brote de otoño, que es muy importante para la ganadería nuestra para ingresar al invierno, que habrá heladas y posterior rebrote de primavera. Eso no va a existir. Y el sector forestal, que es una apuesta muy fuerte del Gobierno provincial para generar mano de obra y la industrialización de la madera. Los pinos que se han quemado son de 10 a 15 años. O sea, que se perdieron 10 o 15 años, no solamente de plata, que eso significa. Si se quiere volver a tener pinos en ese lugar, hay que esperar 15 años más, o sea se pierden 30 años en una producción de bosques implantados de estas características.
¿Habrá que repensar la matriz productiva de la Provincia?
-No es la Provincia. La matriz productiva de Corrientes no genera cambio climático, todo lo contrario, uno de los paradigmas que hemos establecido en Iberá fue que este es un gran secuestrador de dióxido de carbono, porque así está establecido que sucede con los humedales. El resto de la producción correntina tiene que ver con bosques implantados, que de día emanan oxígeno y de noche retienen dióxido de carbono. El mundo está cambiando, el cambio climático es una cuestión mundial. Decimos que Corrientes contribuye para mitigar el cambio climático.
¿Cómo se hace para seguir produciendo si todos los años vamos a tener sequía?
-Tiene que haber una estrategia común de toda la provincia con el Gobierno nacional. Atender estos sucesos que ya no son aislados. Mañana puede ser otra provincia que los sufra. Hay algo que está cambiando, hay que entenderlo así y que el paradigma de cómo afrontar estas situaciones tiene que ser atendido distinto. Hay que trabajarlo de otra manera. Cuando esto se desata como se desató en Corrientes, es muy difícil pararlo, lo que hay que tener es una logística e infraestructura para tener una salida rápida y una detección precoz.
¿Se puede prevenir que se desate?
-Hay que tener observatorios, rapidez satelital, puntos de demanda de información instantánea y de resolución del problema en todos los sentidos. A Corrientes se le retiraron los dos aviones hidrantes que había contraído el Gobierno de Macri, se lo llevaron a Apóstoles.
¿Qué opina de lo que está pasando con Santi Maratea? ¿Por qué puede juntar 100 millones?
-Soy de otra era. No lo puedo dilucidar. Habría que preguntarle a un psicólogo. Digo lo que estamos haciendo nosotros y estamos viendo estrategias para ayudar a la gente.