Caso Rosé: Los policías por ahora seguirán libres, pero separados de sus funciones

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La jueza de Instrucción Josefina González Cabañas no ordenó este miércoles la detención de los nueve policías involucrados de una forma u otra  en el operativo que terminó con la muerte de Lautaro Rosé, de 18 años,  en aguas del río Paraná, en la madrugada del lunes de la semana pasada, y quienes se negaron a declarar.  No obstante la magistrada dispuso que la Jefatura de Policía los separe de sus funciones en forma preventiva. Los efectivos están imputados de los delitos de abandono de persona seguido de muerte, apremios ilegales y privación ilegítima de la libertad.

El miércoles próximo comenzarán a declarar los testigos propuestos por el Hermindo González, el fiscal y el abogado defensor de los nueve policías imputados. La primera en hacerlo será la madre de Lautaro, Juana Sotelo.

El fiscal Gustavo Roubineau desistió de imputar a dos de los once efectivos policiales señalados al comprobar que esa la madrugada de los hechos no estuvieron en funciones ni fueron convocados para el operativo policial.

Entre las disposiciones de la magistrada se destaca también la decisión de que el adolescente que estaba con Rosé cuando se produjo la persecución pase a ser un testigo protegido bajo protección de fuerzas federales.

En poder de la Justicia ya están los informes de geolocalización de los móviles policiales y las filmaciones de cámaras policiales, del sistema de monitoreo municipal y de privados que muestran las corridas que se produjeron tras la intervención de la Policía en una fiesta de los empleados municipales por incidentes.

Rosé fue perseguido junto a su amigo por al menos tres policías que realizaron disparos con balas de goma hasta la costa misma del río a la altura del club Boca Unidos.  Se busca esclarecer si Rosé, que no sabía nadar, fue obligado a tirarse al agua o lo hizo en su desesperación por evitar ser apresado.

El amigo de Lautaro dijo que fue golpeado hasta perder el conocimiento y al recuperarse escuchó que Rosé pedía auxilio desde el agua porque no sabía nadar y se estaba ahogando. El menor fue llevado a una comisaría pero en la guardia no quisieron darle entrada y lo dejaron en libertad.

La familia de Lautaro comenzó la búsqueda ese mismo lunes, pero la Policía no le quiso tomar una denuncia por su desaparición “porque no pasaron 24 horas”. Finalmente su cuerpo fue hallado el miércoles pasado por pescadores. Los médicos del Poder Judicial establecieron que murió ahogado.