Desde el espacio de CFK buscan la amnistía con la excusa de la persecución política durante el macrismo. Pero el proyecto tiene reparos hasta en el mismo peronismo.
Hay dos temas en Argentina que supuestamente parecen no tener relación, pero podrían estar vinculados. Por un lado, se discute la suspensión de las primarias de agosto para ir recién a una única instancia electoral definitiva en octubre. Por otro, la discusión sobre la amnistía y los indultos toma fuerza y el kirchnerismo se anima a plantearlo con sus voceros de la primera línea. Ambos temas podrían tener una fuerte relación por dos cuestiones: una derrota electoral del oficialismo podría envalentonar a la justicia en contra de un Gobierno que la acosa y hostiga sistemáticamente, pero también una nueva mayoría parlamentaria podría enterrar definitivamente los sueños de impunidad de los procesados y condenados por casos de corrupción.
Una mayoría oficial en el parlamento podría ser la única chance de los detenidos y procesados ya que, hasta el momento, Alberto Fernández cumplió con su promesa de campaña de no firmar ni otorgar indultos. Para el presidente, lo más cómodo sería que el Poder Legislativo vote una ley en este sentido, para él promulgarla con el argumento de que es la voluntad del pueblo, representada en los diputados y senadores. Este camino fue propuesto ayer nada más y nada menos que por el exministro de la Corte Suprema de Justicia Raúl Zaffaroni. El jurista, completamente alineado con el kirchnerismo, pidió “sacar de encima toda la responsabilidad al presidente” y crear una “comisión parlamentaria de la verdad”. Con el argumento del lawfare, propuso “hacer una ley de amnistía”:
“A la opinión pública hay que decirle la verdad de alguna manera. No creo que tengamos un pueblo inconsciente. Una comisión de la verdad bicameral y convocando a algunas personas que sean indiscutidas. Pienso en Adolfo Pérez Esquivel y algunos referentes de la Iglesia. Se puede hacer una ley de amnistía perfilando las características generales del lawfare”, señaló.
“Que la gente decida”
El que recogió el guante fue el escritor, periodista y abogado José Benegas, que realizó una propuesta diferente para dirimir el conflicto. A diferencia de Zaffaroni, que pretende convocar al Congreso a personas “indiscutidas” de dudosa parcialidad, Benegas propuso abrir la comisión a la población entera, para luego realizar un plebiscito.
“El Congreso podría dar lugar a que los que afirman ser perseguidos por lawfare expongan sus razones y sean interrogados por los diputados y senadores junto con los fiscales de las causas acerca de los delitos que se les imputan o por los que fueron condenados, sin límite de tiempo, con las cámaras de televisión mostrando cómo demuestran su punto. Las personas como la vicepresidente tendrán la oportunidad de declarar en público a salvo del lawfare. El cierre de ese debate podría ser seguido de un plebiscito en el que el pueblo, habiendo sido testigo de las sesiones, determine si cada uno de ellos es culpable o inocente en cada caso. Aquellos que resultaron absueltos podrían ser indultados por el presidente con toda tranquilidad”.
¿Se animarían los referentes kirchneristas a exponer los casos ante la población en general, para que luego los argentinos decidan si son o no víctimas de una persecución política? Difícil.