Una inspección de carnicerías de Garabí y Santo Tomé detectó que se vendía carne de faena clandestina. Los propietarios no contaban con la documentación para acreditar dónde fueron carneados los animales o quién es el abastecedor.
La Policía Rural, junto con agentes del Ministerio de la Producción, realiza controles masivos de carnicerías en el interior para enfrentar el delito del hurto de ganado, la faena clandestina y la evasión tributaria.
En la localidad de Garabí, los efectivos, con personal del Ministerio de Producción y veterinarios del organismo, verificaron que en 10 bocas de expendio no tenían cómo avalar la procedencia de los productos. No contaban con el sello del frigorífico ni la certificación de los controles sanitarios. Decomisaron 500 kilos de carne vacuna, 30 kilos de embutidos y más de 50 kilos de carne porcina.
En tanto que, en Santo Tomé, se registraron 7 carnicerías, de las cuales en 2 se detectaron irregularidades. Se incautaron 172 kilos de carne vacuna y 10 kilos de pollos. También los carniceros no tenían cómo justificar la procedencia de esa mercadería, además de no tener los controles sanitarios.
En Curuzú Cuatiá, por la ruta provincial Nº 141 en el paraje Vaca Cuá, interceptaron a tres hombres que circulaban en tres motos. Llevaban una res y media de cordero y una oveja viva, que había hurtado de un campo de las cercanías.
